14.07.2016
Por Lola Durán
¿Qué harías si un niño o niña te cuenta o te da a entender que fue abusado sexualmente? Es muy probable que no hicieses nada, o por lo menos no lo que ese niño necesita. Según un estudio realizado por Naciones Unidas en el año 2006, muchos de los casos de violencia contra niños y niñas permanecen ocultos por razones varias. Una es el miedo de los niños a denunciar pero muchas veces son los padres los que permanecen en silencio si el abuso fue perpetrado por una pareja u otro miembro de la familia o un miembro poderoso de la sociedad como un empleador, un policía o un líder comunitario. El miedo está relacionado con el estigma vinculado a la denuncia de violencia, particularmente en lugares donde el “honor” de la familia se considera superior que la seguridad y el bienestar de los niños. Otras causas son la aceptación social de la violencia y la falta de mecanismos seguros y confiables para que niños y adultos realicen las denuncias.
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“Los niños están al horno porque no están visibilizados como problema de adultos”, dice a Pucheronews Silvia Roxana Piceda, cofundadora de Adultxs por los Derechos de la Infancia.
Silvia fue abusada cuando era niña, se lo dijo a su familia. No encontró la protección que necesitaba. “Mis padres no hicieron nada, no se volvió a hablar.”
Pero lo que le dio el impulso para iniciar grupos de madres para concientizar sobre el abuso sexual infantil fue una confesión que recibió de la hija mayor de su ex esposo. En el año 2009 le contó que cuando tenía 11 años su padre había abusado de ella. La hija de Silvia tenía 11 años en ese momento y la hija de su ex ya tenía 39.
Foto: Google Images
En el año 2012 conoció a Sebastián Cuattromo, un sobreviviente adulto, y empezaron a trabajar en Adultxs por los Derechos de la Infancia en dos líneas: ayudar a pares generando empatía con el niño que alguna vez fueron y visibilizar el problema del abuso sexual infantil.
Sebastián fue abusado en reiteradas oportunidades por el cura Fernando Enrique Pecciochi, un docente del Colegio Marianista de Caballito, donde él era alumno. El pasado 29 de marzo La Corte Suprema de la Nación confirmó la condena del abusador a 12 años de prisión por corrupción de menores calificada y reiterada.
La Organización Mundial de la Salud estima que 150 millones de niñas y 73 millones de niños menores de 18 años han experimentado relaciones sexuales forzadas u otras formas de abuso sexual con contacto físico. El mismo informe reconoce con certeza que ese número es una subestimación.
La mayoría de los hechos de violencia son cometidos por familiares u otras personas que residen o visitan los hogares, gente en la que los niños confían y son usualmente responsables de su cuidado.
Silvia coincide con esa afirmación cuando explica que el 70 % de los abusos son intrafamiliares y el 50 % incestuosos, la mayoría de los abusadores son hombres.
“El abuso sexual infantil es una endemia y nadie sabe nada, yo como médica no sabía nada, los abogados no saben nada, los psicólogos no saben nada. Hoy se obliga a los niños a revincular con los abusadores.”
El trabajo que lleva a cabo en la asociación es el de formar adultos protectores. Muchos de los adultos que se acercan son sobrevivientes de abuso, pero también son abuelos que vienen por sus nietos o parejas de personas que fueron abusadas cuando eran niños. Silvia explica que la idea es capacitar a los adultos para que los niños puedan acudir si sufren cualquier tipo de abuso sexual, puede ser una maestra, el kiosquero o el verdulero.
Foto: Natalio Cosoy
Honrarás a tu padre y a tu madre
Le pregunto a Silvia por qué cree que no se visibiliza lo que pasa con los niños.
En su respuesta aparece el nombre de Alice Miller, filósofa y psicoanalista que se dedicó a investigar la infancia y los abusos contra los niños.
Alice Miller afirma que el cuarto mandamiento, “Honrarás a tu padre y a tu madre”, heredado de la moral tradicional nos exige que honremos y queramos a nuestros padres, pero oculta una amenaza, “una traición a la infancia donde no hay que tener rencores con la familia que te golpeó, abusó y te dejo en banda”, explica Silvia.
La justicia patriarcal
María Beatriz Müller es psicóloga especialista en abuso sexual infantil y presidenta de Salud Activa. Ella considera que el rol de los adultos es fundamental en los casos de abuso. Si hay un adulto que protege, que cree, que cuida y contiene, las secuelas son menores.
María Beatriz coincide con Silvia en que la sociedad patriarcal reproduce la violencia contra los niños.
“La mujer termina siendo la loca que va a gritar a los tribunales. En el contexto de la sociedad patriarcal, hay que colocar al abuso, la violencia de género, el abandono del Estado y el sostén del patriarcado machista”, dice Müller.
Silvia cuenta que una vez escuchó al secretario de un fiscal comunicar el archivo de una causa de abuso diciendo “dos minas queriéndole cagar la vida a un pobre tipo”.
“La justicia civil es la peor, es la que obliga a revincular, la que otorga tenencias. Son los que deberían cuidar a los niños, saber del tema, pero son los que sostienen que las mujeres nos confabulamos con los tipos para joderlos.”
Afiche de UNICEF en Bs As. Foto: Google Images
La licenciada Müller habla del síndrome de alienación parental en su artículo publicado en Artemisa. Es un término que fue acuñado por el profesor de psiquiatría Richard Gardner para explicar lo que ocurre en casos donde se disputa la tenencia de los niños en juzgados de familia: “el niño difama viciosamente a uno de los padres e idealiza al otro. Esto no está causado solamente por el lavado de cerebro parental del niño. Más bien los niños mismos contribuyen con sus propios escenarios a sostener al padre favorecido. Mi experiencia ha sido que en alrededor del 80 a 90% de los casos, la madre es el progenitor favorecido y el padre el vilipendiado”.
María Beatriz me explica que es una postura que no es reconocida científicamente, pero en Argentina ha tenido gran acogida entre los jueces. Incluso en México el Código Civil del Distrito Federal establece a la alienación parental como forma de violencia familiar.
Esta postura sostiene que “puede ser que el abuso sea un invento y entonces se revictimiza, se tuerce el deseo de los chicos, las madres pierden la tenencia, se revincula a los chicos con el agresor”.
La verdad que libera
“La verdad es liberadora aunque no haya condena, a mí como mamá la verdad me obligó a proteger, la verdad siempre protege. Estamos hechos para recordar y transitar”, dice Silvia.
Ella antes pensaba que las revoluciones eran económicas, pero ahora cree que están en en la infancia. “El futuro está en cuidar la infancia porque si eso sucede no sale un abusador o un femicida”, asegura.
«Tengo esperanza en lo que está pasando, de a poco se habla de un tema que hasta hace poco tiempo estaba negado. La película Spotlight o el caso de Sebastián son un ejemplo. Nosotros nos reconocemos como militantes de este tema, a esto apostamos. Las luchas no quedan en vano, salir a hablar sirve».
- Para contactarse con Adultxs por los derechos de la infancia ingresar a su Facebook
- Para contactarse con Salud Activa escribir a saludactiva@saludactiva.org.ar o llamar al (54220) 4861180/4828418 o dirigirse a Av. Pte. Perón 25140, Merlo, Provincia de Buenos Aires.
Si te interesa el tema, te recomendamos:
«El peligro del abuso infantil siempre está en casa», artículo de María Beatriz Müller
«The Longings of the Others», fotogalería y textos de Sandra Hoyn