19.11.2016
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Dicen que en una mesa no se habla ni de política, ni de fútbol, ni de religión pero ese es un tema aparte. Parece que la incertidumbre es la cuestión. ¿Y ahora? es la pregunta que corre por las avenidas y los bares de Buenos Aires tras lo acontecimientos de las últimas semanas. Trump es el nuevo presidente de los Estados Unidos. Cristina está procesada. Sus aliados amenazan y a su madre la vinculan con otro caso de corrupción que se suma a la montaña de presuntos delitos K. Argentina palpita Rusia 2018 pero ¿qué pasó con los jugadores? Una semana tras otra, la coyuntura política y periodística se vuelve más caliente. Lo interesante se transforma a partir de cómo varios fenómenos sorpresivos impactan y generan desconcierto.
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Pocos esperaban el triunfo de Donald Trump en las urnas norteamericanas. Los estadistas y expertos leían el voto al magnate sólo proveniente de “los blancos de las clases medias industriales y rurales, frustrados por no poder progresar”. Sin embargo, dio vuelta la tortilla. Trump pisó fuerte e hizo temblar la coyuntura política mundial con su sorpresiva victoria electoral que derrotó a la experimentada pero débil candidata, Hillary Clinton.
Trump venció con promesas de construir un muro, prohibir la entrada de musulmanes al país, expulsar a los indocumentados así como con burlas a discapacitados, tratar a los mexicanos de narcotraficantes y violadores, criticar a los chinos y admitir su manoseo hacia las mujeres. Se impuso con un discurso repugnante y salió triunfante por su apelación al “sueño americano”: todo lo que desees, lo podrás lograr. Así es como el 20 de enero de 2017 un magnate multimillonario sin experiencia ni carrera política previa, tomará las riendas de la mayor potencia mundial.
Trump, presidente electo de E.E.U.U. Foto: Google
“Cuando lo viejo no termina de morir y lo nuevo de surgir, en el claroscuro aparecen los monstruos”, escribió el político y filósofo italiano Antonio Gramsci sobre la crisis.
«¿Y ahora?» podríamos imaginar que se preguntó al presidente de la Argentina, Mauricio Macri, quien tiene buena relación con Obama e intentó acercarse a Hillary Clinton. Sin embargo, la estrategia tuvo que cambiar cuando la sorpresa llamada Donald impactó a nivel mundial. Ahora, el objetivo es ir por Trump.
El presidente argentino habló por teléfono con su par recientemente electo para felicitarlo. Macri le dijo que esperaba verlo en la próxima cumbre del G20 que tendrá lugar en Argentina. Trump multiplicó la apuesta afirmando que lo quiere recibir antes de ese año en la Casa Blanca. «Argentina es un gran país y tendremos la más cercana relación entre nuestros países de la historia», expresó el mandatario estadounidense más allá de los límites a Macri.
Macri y Trump comparten más que un cargo político. Ambos gustan del golf, las cenas y han intentado llevar a cabo negociaciones conjuntas. Este fenómeno podría indicar, en lo que respecta a América, un momento de péndulo político hacia la derecha para hacerle frente al descontento social dispar -que algunos leen como resultado de las políticas de izquierda aplicadas durante la última década en toda la región (Obama incluido).
Cristina Férnandez de Kirchner. Foto: Google
«¿Y ahora?» podríamos imaginar que se pregunta Cristina, quien quedó procesada el pasado 11 de noviembre. La Cámara Federal confirmó su procesamiento por la causa del dólar a futuro. Según afirmó el juez Claudio Bonadío, “si todo transcurre como debería y existe la buena fe procesal en el marco de la causa, debería rápidamente elevarse a juicio”. ¿Acaso antes de fin de año? No se sabe cuál será el destino político de CFK pero las especulaciones no faltan.
Podría ser una de las candidatas fuertes para las legislativas de 2017. Por el momento, pidió mediante un escrito ir cuanto antes a juicio oral para “esclarecer los hechos”. ¿Acaso parte de la estrategia?
Mientras, no se deja de hablar del entorno de la ex presidenta: de sus hijos, de Báez, Boudou, De Vido, Fernández, De Elía, Andrea Del Boca, entre tantas otras caras. Ahora, le tocó a su mamá. Ofelia Wihelm fue acusada por “fraude de Estado” debido a los negocios sospechosos que existen alrededor de la cooperativa “El Aldabón”, que contratada por el Correo Argentino facturó 61 millones entre 2011 y 2015.
En respuesta, Cristina le dedicó a Macri un posteo en sus redes sociales. Lo acusa de “perseguir a su familia” y apunta también sobre el padre de Mauricio. El escrito dice: “¿Qué es lo que querés inventar? ¿Pretendés hacerle creer a los argentinos que el país está mal y a ellos les va peor… por mi mamá? ¿No te parece mucho? Pensé que conmigo y con mi hija te alcanzaba ¿O es que las cosas van tan mal que tenés que empezar a perseguir junto con Clarín a una anciana que no sale de su casa? No, Macri. El problema de la Argentina sigue siendo el mismo de siempre: Ustedes”.
Mejor hablar de fútbol. ¿O mejor no? La noticia más importante del martes pasado -mucho más importante que el resultado del partido- fue el comunicado de la selección argentina en el que se determinó “no hablar más con la prensa”. La decisión se debió a que el periodista Gabriel Anello acusó a Lavezzi de “fumarse un porro” entre otros episodios.
La selección argentina de fútbol. Foto: Google Images
El fútbol mueve al argentino incluso más que la política. ¿Argentina podría haber quedado afuera del mundial? De eso ya no se habla. Las preguntas giran ahora en torno de un plantel ofendido que se rehúsa a los medios de comunicación. «Es muy grave. No vamos a entrar en el juego. Nos van a seguir matando y diciendo un millón de cosas, pero no vamos a ser partícipes de eso«, fueron las palabras de Messi al concluir la conferencia de prensa. «¿Y ahora?» podríamos imaginar que se preguntan los fans.
La trama política y periodística parecen concentrarse en un discurso que infunde miedo y desconcierto porque no sabe qué pasará.
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