La matinée del terror

10.06.2015

Cada 30 hs una mujer es asesinada en Argentina. La violencia de género es un tema creciente y complejo que preocupa a la sociedad.

 

La abrumadora cantidad de casos llevó a ocho mujeres a lanzar la convocatoria #NiUnaMenos. El pasado 3 de Junio cientos de miles de personas marcharon bajo esta consigna en todo el país.

Muchas de las víctimas son menores de edad. Entonces, Puchero News entrevistó a Luisa (17), hermana de una de las chicas abusadas en una fiesta matinée.

 

«Esta vez le tocó a mi hermana»

Luisa tiene 17 años y nunca pensó que podía ocurrir un caso de abuso en el club al que tantas veces  asistió. Con valentía, le pone voz a su  hermana  de 13 que prefiere no hablar y pide preservar su nombre.

 

Una niña acompañando a sus padres durante la marcha#NiUnaMenos

El pasado viernes 22 de mayo, ella y dos amigas fueron a la fiesta matinée que organiza el San Isidro Club, conocido por su equipo de Rugby. Estas fiestas se realizan entre las de 20:30 a 00:30 hs para menores de 15 años en las instalaciones del club y la mayoría de sus asistentes son socios o conocidos.


«Es un lugar habitual, familiar, donde chicos de 13 años se encuentran para pasarla bien. Yo iba cuando tenía su edad. No venden alcohol, solo agua y gaseosas «, así describe Luisa las matinée.

Pero aquel viernes fue diferente para su hermana.

«El lugar tiene dos pistas para bailar, una adentro y otra afuera. Mi hermana con sus amigas estaban en la pista de afuera. En un momento, la gente se puso a hacer pogo. A mi hermana la agarraron de la cintura, la metieron en el centro de una ronda, le intentaron bajar las calzas y levantar la remera. Por suerte les pegó y pudo salir, sin pensar que sus dos amigas habían quedado adentro»,  Luisa cuenta indignada por la situación.

Un grupo de chicos se pasó de la raya.

Su hermana logró encontrarse luego con sus amigas, una de ellas no paraba de llorar. Había sido manoseada, le habían bajado la bombacha. Nadie apareció, nadie intentó ayudar a las chicas.

«La idea original de estas fiesta siempre fue, y seguirá siendo, dar un espacio de diversión a lo chicos en un marco de contención”, afirmaron las autoridades de la institución a través de un comunicado de prensa.

Se vieron muchos adolescentes durante la convocatoria

 

Cuando las límites no están claros

En muchos boliches está de moda un juego: todo vale. La Fiesta Alternativa es uno de los ejemplos. Se asume que quienes asisten conocen los códigos y están dispuestos a participar.

Pero,¿qué sucede cuando uno no conoce el tipo de fiestas?¿O se arrepiente y decide no ser parte?¿O simplemente tiene miedo?  Las edades de los habitués es variada  e incluye mayores de edad que son aún adolescentes.

Este fue el caso de Camila de 19 años que trascendió en los medios en 2014. Camila denunció haber sido violada por cuatro personas dentro del boliche Le Click ubicado en el barrio de Balvanera.

El tradicional club de rugby parece no haber quedado afuera del juego «vale todo». Mientras se conocía el caso de  la hermana de Luisa, circulaba en las redes sociales un video: una chica -cuyo rostro no se ve-  es arengada por otros adolescentes a quitarse la ropa.

Un boliche porteño en el que adolescentes organizan su fiestas

 

Al final de la cuenta regresiva, las chicas debían levantarse la remera y mostrar los senos.

«Nadie hizo nada. Ni los de seguridad, porque les parecía algo común en la matinée», afirma Florencia -otra habitué de las fiestas del club.

Su declaración contradice las aseveraciones de las autoridades del club en la gacetilla de prensa. “Contamos con guardias de seguridad privada y socios mayores involucrados en la organización y control.”

 

Sea como fuere, los casos en los que las chicas se sienten violentadas se repiten. Y son ellas quienes los denuncian, no sus mayores. De hecho, muchas veces, los adultos eligen callar.

 

“Mis papás prefieren no hacer la denuncia, prefieren no traerles problemas al club por estos pendejos”, confiesa Luisa.

 

“La decisión de los padres de Luisa minimiza y naturaliza la situación, introduce la idea de que lo que les pasó a su hija y las amigas tiene que quedar ahí”, explica Mariana Cordiviola -psicóloga a cargo de un grupo de mujeres víctimas de violencia de género en el servicio penitenciario.

 

Según la licenciada Cordiviola, el abuso forma parte de lo no consensuado, no importa la edad. Una cosa es que dos chicos acepten tener una relación y otra diferente es la invasión del cuerpo del otro.

 

“Los límites son necesarios en todo sentido ya que nos permiten entender que cada sujeto tiene su propio espacio”, agrega.

 

La hermana de Luisa lo entendió a la fuerza. Y pudo defenderse en el momento.

Luisa concluye la entrevista con una enseñanza:  “Mi hermana no tiene miedo. Yo tampoco. El miedo te paraliza”.

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