Con el frío, sale Puchero a la cancha

23.06.2015

El puchero llegó a la Argentina en el siglo XIX de la mano de los inmigrantes que se juntaban a comer en los conventillos o los grandes hoteles. Mesas largas donde gracias a esta comida, los comensales se sentían como en casa, un poco más cerca de sus familias del otro lado del océano.

Hoy, el puchero es un plato tradicional de España, Argentina, Uruguay, Colombia, Perú, Paraguay, República Dominicana y Puerto Rico. Por su influencia española, incluso en Filipinas se come puchero!

 

Un poco de historia

 

Puchero viene del latín pultarius que viene de puls, pultis: la comida de los pobres en los primeros tiempos romanos. Este plato consistía en harina o granos de avena o sémola cocidos en agua, leche o una mezcla de ambas.

Lo que diríamos hoy en día, polenta!

El pultarius era el recipiente culinario más alto que ancho, generalmente de barro o metal, en el que se preparaban estas comidas.

De puls, vino la palabra “puche”, harina dulce aromatizada que se cocinaba a modo de postre en La Mancha, España.

En sus orígenes más cercanos, el puchero es una comida andaluza típica de las zonas rurales. Por aquellos tiempos en el campo, cocinaban platos con ingredientes económicos y que rindieran. Esa era la manera de combatir la aridez de la pobreza y el clima de montaña.

Entonces, para este guiso o cocido se colocan vegetales, legumbres y algún tipo de carne en una olla más alta que ancha, se cubren de agua y se cocinan a fuego lento. Su larga cocción hace que sus ingredientes se vuelvan sabrosos y tiernitos.

Luego, se separa el caldo para hacer sopa, denominada “el caldito del puchero”, que se toma con hojas de hierbabuena a modo de primer plato. Después, se sirven la carne y las verduras condimentadas con aceite, vinagre y sal. Al día siguiente con sus restos, se pueden preparar croquetas.

 

Con el consomé restante del puchero también se realizan sopas de arroz, fideos y otras variantes.

 

Como verán, es un plato muy rendidor!

 

Cada cual su receta

 

El puchero es una comida típica de la región iberoamericana y si bien todas las recetas son parecidas, cada  país tiene su forma de hacer puchero.

En el Río de la Plata, se hace con carnes de ternera. A lo largo de la cocción, las carnes se tiernizan y desprenden su sabor en el caldo. Se suele utilizar carne de osobuco, o azotillo, o patita de chancho o incluso panceta. Los vegetales típico son choclo, batata, papa, apio, nabo, zanahoria, zapallo o calabaza.

En España, le agregan fundamentalmente garbanzos y papas. Además, usan hueso de jamón ibérico, morcilla, chorizo y repollo en compañía de otros vegetales.

Una de las características del puchero es que puede hacerse con lo que uno tenga en la heladera. Por eso, es una comida práctica y sencilla de preparar.

Yo vivo en el campo uruguayo, así que suelo cocinar puchero en mi estufa a leña como en las viejas épocas. A veces, preparo una versión gourmet con bife de chorizo.

Puchero para cuatro

Osobuco o azotillo 4 bifes (también puede ser de pollo o gallina)

Zanahoria 2 unidades

Papas medianas 4 unidades

Nabo 3 unidades

Zapallo/Calabaza 4 pedazos (sin semillas, pueden cocinarse con o sin piel)

Choclo 2 unidades

Laurel 3 hojitas

Cebolla 2 unidades

Batata 3 unidades

Ajo 3 dientes

Puerro 2 ramas

 

Apio 2 ramas

Sal, pimienta a gusto

Opcional: patita de chancho, panceta, chorizo y otros

 

Primero, cortar las verduras y la carne en trozos grandes -para que luego sea fácil retirar los ingredientes de la olla servir en una fuente una vez listos).

Colocar los alimentos en la olla y cubrirlos con agua .

Agregara la sal, la pimienta y el laurel.

Cocinar a fuego medio por un par de horas hasta que los ingredientes estén tiernos y el caldo bien sabroso!

Una vez listo, separar el caldo de los ingredientes sólidos.

Servir como consomé de entrada y las verduras con la carne en un plato aparte.

Y a no olvidar la característica principal de este plato: compartir una comida sencilla y sabrosa con gente querida para mantenernos abrigados en un día o noche de heladas.

 

Che, no me hagas puchero!

 

Hacer puchero: dícese de la mueca que hace un bebé cuando está por largarse a llorar, o cuando un niño está en descontento con algo.

 

Dícese también que esta expresión se originó en Roma, donde saludaban a los niños tomándoles las orejas para alzarlos y besarlos. Una costumbre poco agradable para los menores que terminaban llorisqueando.

 

La frase habría comenzado a utilizarse por comparar la forma en que se tomaban las pultis (ollas) – levantándolas de las asas para sacarlas del fuego- con el movimiento de tomar por las orejas a los pequeños!

“Hacer puchero” se asocia con un gesto infantil, que a veces también hacen los adultos para demostrar su desilusión o para conmover a otra persona y lograr que haga lo que uno quiere 😉

 

Para perfeccionar tus técnicas de puchero, sigue estas instrucciones!

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