18.08.2015
El periodista y documentalista Diego Braude nos deleita con estos micro-relatos no ficcionales en los que la palabra se hace una con la imagen. Imágenes capturadas por el propio Braude, que nos dejan grabadas las marcas de un acontecimiento particular.
Para celebrar el Día Internacional del Fotógrafo/a, publicamos dos acuarelas sobre la fotografía.
La cámara
En el año ’97 compré con mi primer sueldo una Canon EOS 1000. Se la compré a un finlandés o islandés que se volvía para sus pagos. Había entrado a trabajar brevemente a la productora de publicidad de Carlos Sorin y Marcos Barboza me dijo «si nos sabes fotografía, cuando dirijas tu película la va a dirigir el director de fotografía». Dicho esto, mientras seguía con Ciencias Políticas en la UBA (ya había dejado TEA, donde duré apenas dos meses y en Ciencias Políticas me quedaría un año más y con la mitad de las materias cursadas me mudaría a Artes Combinadas, en Filosofía), me anoté en la Escuela Nacional de Fotografía. No me sobraba el presupuesto para rollos, así que era muy selectivo cuando disparaba. De esa manera, una tarde me encontré con esta mirada del otro lado de una vidriera. Siempre me dije que iba a volver por aquel negocio, pero nunca lo hice. Ahi quedó, como un signo de pregunta.
Lestido
Las primeras veces que vi fotografías de Adriana Lestido no me llamaron la atención. Buscaba imágenes que me impactasen, más barrocas. Años después, volví sobre los trabajos de Lestido y yo había cambiado. Pude ver todo el laburo detrás de cámara que hace posible imágenes tan simples y tan íntimas. No hay violencia en sus fotos, no hay morbo, sino vulnerabilidad, fragilidad, fortaleza, amor en todas sus formas.
Leé la acuarela sobre la lluvia