Todo aquello que no puedes dejar atrás

12.12.2015

Vanishing Point (Punto de Fuga) hace su aparición en las pantallas en marzo de 1971, en momentos en los que la sociedad americana comenzaba a digerir el inevitable y traumático final de su invasión a Vietnam. También eran tiempos en los que el hippismo comenzaba a mostrarse exhausto, dejando a su paso mucho de consumo de drogas y poco de sus pilares filosóficos fundamentales.

 

Guillermo Cabrera Infante, escritor cubano que escribe el guión (con el seudónimo de Guillermo Cain), aprovecha un par de episodios de la vida real para mezclarlos y empaparlos de aquella atmósfera. El resultado es una road movie trepidante y referencia cinematográfica inevitable de una contracultura, vital en aquellos años y en la que hoy día aun podemos notar sus marcas.

Montado en su Dodge Challenger blanco, auto mítico en los setentas, Kowalski (Barry Newman) escapa de la ley. No sabemos porqué y nunca lo sabremos. Lo vemos cruzar desiertos, montañas y ríos. De Nevada a Colorado para terminar en Utah. Debe estar en “Frisco a las 3 de la tarde de mañana”. Detrás va dejando una estela de policías motorizados, helicópteros y topadoras que tratan de detener su marcha. Sabemos, eso sí y por diversos flashbacks (imágenes del pasado), que Kowalski es un veterano de Vietnam que se enroló en la policía y fue expulsado al enfrentarse a un colega que quería abusar de una chica. También nos enteramos que fue piloto de carreras, tanto de autos como de motos.

Afiche del film. Foto: Google images

p>Pero el dato más trascendente y tal vez revelador de su tránsito frenético hacia la nada, sea la muerte trágica de su mujer, Vera (Victoria Medlin) ahogada en el mar.

En un punto intermedio de su camino, el protagonista se va a encontrar con Super Soul (Cleave Little), un locutor radial negro y ciego, quien de cara a la gente, predica consignas de amor y paz, intercaladas con una música del carajo. Se entera del “caso Kowalski” y su conflicto con la policía por los diarios. También de su huida por diferentes estados. Cómo todos los demás se pregunta porqué lo buscan. El hombre del Dodge Challenger, dueño de grandes pericias en el manejo y en el escape, ya es una celebrity.

En sus distintas escalas, la nueva celebrity conoce a una comunidad hippie secreta, perdida en el desierto. Cantan salmos en un escenario improvisado (entre ellos, se ve a los grupos Mountain y Delany and Bonnie, parte de la banda de sonido de la película). También a una pareja que le suministra drogas, ambos en motos, él en una Harley Davidson, ella totalmente desnuda (¡qué importa en que moto!). Y hasta una pareja de gays que intenta robarle.

Pero entre todos ellos, destaca Super Soul. Sin conocer a Kowalski personalmente, entabla via el aire de la radio, una relación solidaria. Le avisa el paradero de la policía, lo intenta cubrir. Cuando sufre un ataque racista en la radio, el locutor se re establece y pone aun más empeño en defender a su amigo rutero.

Escena de la película. Foto: Google Images

p>Al pueblito de Super Soul llega un camión de la tele. La gente se agolpa para ver pasar al Dodge. Debaten sobre las culpas o inocencias de su conductor. Pero Kowalski está en su propio trance, en el que nadie puede entrar. Y que como todo héroe anónimo, incomprendido por la sociedad de su tiempo, lo llevará a un destino trágico.

Vanishing Point se siente cómoda en el formato de road movie. Nacido a mediados de los sesentas, el género road movie (películas de camino) se transformó de inmediato en una tentación para más de un realizador. La explicación es simple: el sentido de libertad y de movimiento natural que produce “un viaje filmado” genera fascinación. Por otro lado, el guión sale fácil: es sabido que todo viaje tiene un comienzo, un desarrollo y una meta final. En esa progresión, todos atrapados, deseamos saber si el protagonista llega a su objetivo.

En la película de Sarafian, sin embargo, no hay objetivo. O sí, llegar a Frisco a las 3 de la tarde de mañana. Pero es un mañana imprecisO de un destino incierto. Porque la cruzada de su protagonista no es por el desierto de Nevada, sino por su desierto interior, del que solo él puede dar testimonio.

Kowalski es un claro emergente de un tiempo tumultuoso en los EEUU. Como tal, se resiste a la autoridad y a los cánones pre establecidos. Todos sus “ex” – y tiene varios en su haber: ex policía, ex soldado en Vietnam, ex piloto – son una pintura de época. Su final puede inferirse como una metáfora de aquellos que revelándose a eso que tanto agobia, prefieren inmolarse antes que ceder y traicionar sus convicciones.

 

 

Podés bajar la peli de acá

 

 FICHA TÉCNICA

Título en español: Punto de Fuga

Año: 1971

Reparto: Barry Newman como Kowalski

Cleavon Little como Super Soul

Dean Jagger como Prospector

Victoria Medlin como Vera Thornton

Karl Swenson como Sandy McKees

Lee Weaver como Jake

John Amos como el ingeniero de Super Soul

Tom Reese como el Sheriff

 

 

Más conocido por su faceta como director de televisión, Sarafian dirigió entre otras series:

Maverick, 1961

El capítulo Living Doll en The Twilight Zone, 1963 (La Dimensión Desconocida)

Batman, 1966

 

Mirá otras recomendaciones de Vivori en Lo que nunca viste del mejor cine americano

 

 

Autor/a:

¡Compartir!
¿Te gustó? ¡Compartilo!

Submit a Comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *