25.02.2016
Por Macarena Gagliardi Cordiviola
Cientos de miles de afectados por los cortes de luz en la ciudad de Buenos Aires son noticia: desde CrónicaTv hasta el mejor periodismo literario hacen eco de sus voces cansadas por la falta de respeto, la inacción de empresas y gobiernos, la gran cantidad de reclamos y los pocos arreglos de parches.
Los servicios siempre fueron fatídicos en Argentina pero desde la era automatizada es peor. Los consumidores nos vemos desamparados frente a una grabación o un telemarker que, al fin y al cabo, no tiene ningún poder real de solución.
En mi caso, el 2016 empezó con una odisea de la incomunicación. Telecom me dejó sin teléfono el 1 de enero por un problema en la ‘caja exterior’. Lo descubrí porque necesitaba llamar a EDESUR por falta de luz.
Este es el relato grotesco sobre la falta de ‘suministro’ de varios servicios en simultáneo. También un intento de evidenciar cómo las empresas abusan del sistema para ganarnos por cansancio.
Es primero de enero, se cortó la luz. Nada nuevo. Llamar al 0800 para empezar una cadena de reclamos a lo largo del día.
No hay tono.
¿Será el corte? No puede ser, estoy usando un aparato telefónico con cable.
¿Será por la falta de pago a la espera de una re-facturación ya que Telecom no había efectuado la baja de Arnet? El servicio de internet nunca se proveyó por inconvenientes técnicos de la empresa pero siguió facturándose durante meses. Molestia, por decirlo así, que tiene su expediente en curso en la Comisión Nacional de Comunicaciones (CNC) desde hace seis meses.
FLASHBACK
A mediados de 2015, la empresa de comunicaciones TELECOM nos colocó Arnet. Instantáneamente nos quedamos sin teléfono. La falta de línea además impedía el suministro de internet; se armó un círculo vicioso. Frente a la insistente no resolución del problema, fuimos a la CNC. Tomaron los datos del caso y nos informaron que debíamos abonar las boletas a pasar de la falta de servicio para no quedar ¡morosos o deudores!
Unas semanas después, la línea retornó pero nunca tuvimos conectividad; por lo tanto dimos de baja Arnet. Las facturas siguieron llegando como si nada; vuelta a la CNC…. Finalmente, la compañía hizo efectiva la baja y, en noviembre de 2015, adjudicó más de 500 pesos de crédito a favor. Para fin de año, la factura de Telecom ya no incluía Arnet pero tampoco reconocía el saldo positivo de nuestra cuenta. Nuevo reclamo y a la espera de la re-facturación.
PRESENTE, PASADO Y FUTURO
Es año nuevo y, sea como sea, no tenemos luz ni teléfono.
Mi novio y yo tomamos nuestros respectivos celulares: uno llama al 0800 de Telecom, el otro al 0800 de Edesur. Sabemos que nadie va a atender es ¡primero de enero! Pero el gesto de la protesta, el automatismo de apretar botones calma nuestra indignación:
Gracias por comunicarte con Telecom.
Realizamos cambios en el menú para una mejor atención.
Seguí atentamente las opciones.
Si querés consultar por la línea de la que te comunicás, marcá 1.
Si es por otra línea, productos de arnet o …. marcá 2.
Ingresá tu número de teléfono o número de documento del titular de la cuenta.
Tenés que anteponer el código de área.
Marco: pi pi pi pi pi pi pi pi pi pi pi.
El número ingresado es 02220429.
Si es correcto, marcá 1.
Si querés cambiarlo, marcá 2.
DOS.
Reingreso los datos; la máquina los toma incorrectamente de nuevo. Pruebo por tercera vez. El sistema no funciona. Veinticinco minutos de comunicación con un 0800 gratuito desde el celular que cobra el uso del aire, claro.
Fin del primer día del año: sin teléfono, sin crédito en el móvil y sin luz en casa.
A la mañana siguiente, cargamos crédito en los celulares y, café en mano, empezamos a discar. La mesa del comedor parece un call center:
Usted se ha comunicado con Edesur.
Si su consulta es por falta de suministro presione 1.
Ingrese su número de cliente.
Hay dificultades en la zona, disculpe las molestias ocasionadas.
Si desea hacer un reclamo presione 1.
Nuestros operadores están ocupados.
Si desea hacer un reclamo automático presione 1.
UNO a la enésima.
En simultáneo, TELECOM:
Un momento por favor estamos verificando tus datos.
Después de una odisea numérica y apretar teclas a lo largo de varios días, una voz humana atiende. Por un motivo inexplicable, la chica no tiene acceso a todos los datos ingresados previamente. Vuelve a preguntar teléfono, nombre del titular, motivo de la consulta. Persisto en reclamar que se provea en tiempo y forma el servicio telefónico que pago y que, además, es vital a mi trabajo de producción periodística.
Mi nombre es Iris, ¿en qué puedo ayudarla?
Trato de obtener una explicación por la demora en resolver el problema y por haber estado plantada toda la mañana. Dos días antes, había recibido un llamado al celular de un hombre balbuceando. Me informó que un técnico pasaría a ‘verificar’ la línea que no tengo. Luego de indicar día y franja horaria, terminamos la comunicación. El celular sonó otra vez. El gentil hombre se había confundido: era jueves en la mañana, no miércoles. Organizarse la vida y estar de guardia para que no venga nadie. Ni un aviso, nada.
Pasadas las 72 horas hábiles que tiene la empresa para solucionar el problema, comenzamos una tercera gestión en la CNC. Mientras tanto, seguimos sin luz:
Usted se ha comunicado con el Ente Regulador de la Electricidad.
Ingrese su número de cliente…
Si quiere hacer un reclamo automático…
Recuerde que no podrá realizar nuevamente el reclamo antes de las tres horas.
Poner el reloj y religiosamente llamar cada tres horas.
Apuntar metódicamente día, operador, reclamo.
¿Cuántos horas pasé escuchando grabaciones, apretando botoncitos, que se corte la comunicación, volver a empezar, que el sistema esté caído, esperar al pedo en mi casa que venga un técnico o la mar en bote?
Los trastornos caseros se multiplican por cada casa, por cuadra, por barrio: tirar la comida, hacer compras mínimas, ver qué locales tienen luz -o en su defecto generador- y están atendiendo, la paranoia de qué habrá pasado con los lácteos, la carnes, el pescado, las intoxicaciones posteriores. Además, con el correr de los días proliferan los cables de una vivienda a otra, los cambios de fase, los piquetes barriales y los medios reportando la desesperación.
Imaginen además el sinfín de inconvenientes tecnológicos que entorpecen nuestra labor periodística: celulares descargados, sin internet ni TV, interrupciones telefónicas…
Disculpa, se cortó porque me quedé sin luz, digo casi sin aire después de correr al teléfono de arriba que tiene unos 15 años y no necesita electricidad. Comparto internet desde mi celular para poder mandar un mail pendiente; esto va a consumir más batería, busco el cargador portátil. En casa tenemos un kit anti-corte que incluye luces de emergencia, linternas y mini lámparas recargables.
Los días de corte hay una sinfonía de brun brun brun en las calles por los generadores y las terrazas huelen a combustión. Por más sol, olvídate del asado. Encierro para aislarse del ruido.
Después de semanas, logramos recuperar la línea de teléfono. Pero los números de reclamo siguen engordando el cuaderno dedicado a registrar cada llamado a las empresas en juego. Un juego sin fin:
Usted se ha comunicado con Edesur.
Si su consulta es por falta de suministro presione 1…
Termino el texto con la última línea de batería de mi computadora.