21.04.2016
Por Macarena Gagliardi Cordiviola
«Oleg y las raras artes» de Andrés Duque está entre las películas favoritas del BAFICI 18, así presentan el documental el día del estreno en Buenos Aires. El film producido por Intropía Media (España) es un travelling por el recorrido artístico/creativo de un pianista único: Oleg Karavaichuk, quien además de su genialidad ha sido testigo y protagonista durante 89 años de la historia rusa. Funciones hoy y mañana en Village Recoleta.
Oleg Karavaichuk nació en diciembre de 1927 en Rusia y fue un niño prodigio en la música. Cuando Oleg tenía 7 años, tocó para Stalin. Durante aquella velada se generó una discusión sobre si una nota era MI o MI Sostenido. El niño interrumpió el debate para dar la razón a Stalin en este asunto, pero también para reprocharle que su padre estuviera preso. El hombre fue liberado y Oleg recibió un piano de regalo para desarrollar su talento, pero fue confinado a no tocar nunca en público. Eso nos cuenta la productora del documental Oleg y las raras artes antes de comenzar la función de estreno el domingo pasado en Buenos Aires.
Oleg Karavaichuk (89). Foto: Cortesía Intropía Media
Sin embargo, el film nada tiene que ver con anécdotas históricas ni recorridos por los pasillos majestuosos del Hermitage. Oleg es el film: sus manos, el discurrir de sus ideas, el tono de su voz, su hartazgo para con «lo clásico», las fibras y las mucosas que lo conectan con la música. La cámara vaga al ritmo de un artista que jamás toca la misma pieza, cuyas composiciones son en vivo, improvisadas, únicas como él, como muchas de las tomas de este documental.
Cámara fija. Interior de un largo pasillo majestuoso. Desde el fondo, Oleg entra a cuadro. Peluquín y boina, zapatillas deportivas, pantalón de nieve y sobretodo. Su andar liviano se aproxima al lente. Esa figura enigmática de pronto se detiene, despliega sus brazos como alas y nos empieza a hablar. Empieza por Catalina la Grande, nombra a Putin, hace un declaración de principios sobre el arte. Pero siempre con un dejo de cinismo que lo ubica un poco más acá. Habla también de la nieve espesa que debe transitar para llegar al piano del Zar Nicolás II y poder tocar. Hace la mímica de sus pasos cansados con los pies. Deja de hablar. Gira y empieza a retirarse. Pero vuelve, tiene mucho más para contarnos.
¿A quién le hablo?¿Al que filma?¿Al que graba el sonido?, interpela el genio poniendo en evidencia el aparato de base. Luego, empieza a componer. Sus mano, los dedos, a veces los puños entran y salen del primerísimo primer plano, desenfocados, imparables sobre las teclas del piano del Zar. La película es sobre Oleg pero también sobre la música, sobre el gesto corporal que la produce.
A medida que el film avanza, nos adentramos en el universo creativo y filosófico de un personaje iluminado que, a su vez, nos ilumina gracias a la transmisión oral de su experiencia. Transmisión que no sería posible sin la sensibilidad de quienes hicieron esta película.
Oleg y las raras artes ganó el Gran Premio Punto de Vista en el Festival de Cine de Navarra.
«Andrés (Duque) es el niño mimado del ambiente. Un documentalista experimental delicioso que siempre hizo sus películas de forma independiente», me cuenta Serrana Torres -una de las productoras del film- sobre este director hispano-venezolana que reside en Barcelona. La sutileza de su mirada se adecúa perfectamente a la suspicacia del pensamiento de Oleg, un vanguardista todavía hoy.
Hacia la mitad del film, entramos en el espacio íntimo de la casa del artista ruso para terminar en el interior mismo de esa caja de resonancia que es el cuerpo. Oleg habla de la materia, de que las telas están hechas de hilos y los hilos son cuerdas que hacen vibrar su mucosa de una manera determinada. No hay duda, la vibración de los fluidos son el acontecer de su música y de este film.
Oleg. Foto: Cortesía Intropía Media
Dónde y cuándo ver el documental
Jueves 21 a las 18:00 h – Village Recoleta Sala:4
Viernes 22 a las 21:40 h – Village Recoleta Sala:10
Junín 1648
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Ficha técnica de Oleg y las raras artes
Año: 2016
Formato: DCP, Color
Duración: 67 minutos
País: España
Equipo:
Dirección y guión: Andrés Duque
Fotografía: Carmen Torres
Sonido: Boris Alexseev
Producción: Marta Andreu, Tània Balló, Serrana Torres, Luís Miñarro
Producción Ejecutiva: Marta Andreu, Tània Balló, Serrana Torres
Coproducción: Intropía Media y Estudi Playtime
Oleg, el director Andrés Duque y Alexei, el traductor. Foto: Cortesía Intropía Media
Fotografías: Óscar Fernández Orengo
