Comedia sexual: Allen-Farrow

28.04.2016

Por Luis Vivori

 

Cuando Woody Allen (Brooklyn, EEUU, 1 de diciembre de 1935) y Mia Farrow (Los Angeles, EEUU, 9 de febrero de 1945) se conocieron en 1980, ambos ya contaban tanto con un auspicioso recorrido en el cine y como con sonados romances. Si bien la relación sentimental entre ellos comenzó ese mismo año, fue recién en 1982, con «Comedia Sexual de una Noche de Verano», cuando la sociedad también se trasladó al celuloide.

Farrow y Allen nunca se casaron legalmente, ni vivieron en la misma casa. Su relación trajo aparejada, especialmente luego de la separación en 1992, una serie de escándalos de grandes proporciones. Acusaciones de pedofilia encubierta en fotos pornográficas de una de la hijas de Farrow, Dylan, y una posterior relación de Allen con una hija adoptada por el matrimonio, llenaron centímetros de la prensa en todo el mundo y cubrieron a los artistas de un manto morboso e indeseable. Más allá de la veracidad de las acusaciones y de los agravios expresados por ambos. 

Familia Allen-Farrow. Foto: Google Images

Nosotros trataremos aquí de huir de ese tipo de intimidades de alcoba y problemas judiciales para centrarnos en el producto artístico compartido por Allen y Farrow. Nada menos que 13 films, de los que, por una cuestión de espacio y gusto, escogeremos solo los más logrados.

Luego de Comedia Sexual de una Noche de Verano, el binomio emprende el proyecto Zelig. Planteado como un falso documental, es decir, una ficción que toma los códigos narrativos del documental para generar la sensación de que efectivamente lo es. En Zelig, Allen actúa a Leonard Zelig: un curioso personaje que desea con locura adaptarse a cada ambiente y grupo humano. Así, toma forma y cuerpo de cada situación que va atravesando o que lo rodea. Centrada en la década del 20 y filmada en blanco y negro, el film es una delicia de imaginación y sentido del humor. El personaje se mezcla con situaciones históricas reales, acompañadas por material de archivo. Mia, por su parte, es la doctora Eudora Fletcher, la psiquiatra que intenta revertir el extraño trastorno camaleónica de Leonard. La película no sólo discute la veracidad del género documental desde la comicidad, sino que también interroga sobre la conducta humana y su afán por acomodarse a todas las situaciones, cueste lo que cueste. Incluso perdiendo de vista la propia personalidad.

La Rosa Púrpura de El Cairo (1985) es el intento satisfactorio de Woody por lograr una comedia romántica y llena de fantasía, algo que no había hecho hasta ese momento. La protagoniza Mia Farrow junto a Jeff Daniels y Danny Aiello. La Rosa es la historia de un personaje de cine, Tom Baxter, que deja una película de ficción y entra en el mundo real en plena depresión de los años 30. Mia es Cecilia, una camarera que asiste al cine para llenar de magia una vida sin pasión. Cecilia encuentra en ese hombre que sale de la pantalla al amor de su vida. La saca de la monotonía y el hastío. Fresca, algo naive, La Rosa Púrpura del Cairo es una rareza por el tono y las intenciones para el Woody Allen de aquel tiempo.

Escena del film «La Rosa Purpura de El Cairo». Foto: Google Images

Paso sólo un año para que la dupla encarara uno de sus proyectos más relevantes, como dupla y en toda la filmografía de Allen: Hannah y sus Hermanas. La película, en formato de comedia dramática, narra historias cruzadas de una gran familia, con centro en tres hermanas. Sin tapujos, con una profundidad y humanidad notables, el director neoyorkino mete el cuchillo hasta el hueso en el seno de mujeres y hombres cruzados por lazos de sangre. Parejas e infidelidades, solidaridad y envidias, amores y odios desfilan en cada escena de un film plagado de grandes actores: Michael Cain, Carrie Fischer, Barbara Hershey, Max Von Sydow, John Turturro, entre otros. Mia es Hannah, la protagonista central. El proyecto fue multipremiado por la academia del cine y contó con un apoyo masivo de los espectadores, algo poco frecuente para los films de Allen.
Con Días de Radio, Allen proyecta todo su amor por ese medio de comunicación, fundamental en su propia formación como artista y guionista. Con rigor histórico y un narrador (Joe, el mismo Allen), Días de Radio muestra los tiempos del apogeo de la radio, antes de la potente irrupción de la televisión. Recrea la ceremonia familiar de sentarse en el living de cada casa rodeando a ese aparato parlante que traía consigo tanto información como fantasía. Así es como se van desprendiendo historias de cada emisión radial que se desarrollan en el transcurso de la película, como la de Sally White (Mia Farrow), estrella publicitaria, entre tantas otras. El marco general del film, es la propia infancia del director: la Nueva York de los años 30 y 40, y una familia judía de poco recursos como epicentro. De visión impostergable para amantes de la radio.

En 1989 llega Crímenes y Pecados. Con menos suceso de taquilla que Hannah y sus Hermanas, pero con similares méritos, Crímenes y Pecados deja las relaciones intrafamiliares de lado para centrarse en la relaciones humanas en general. Con un tono más sombrío y desesperanzador que Hannah – algo que va a hacerse habitual en la carrera de Allen – el director muestra a personas que resignan el amor más profundo frente a ataduras familiares o ambiciones materiales, y que incluso son capaces de asesinar para lograr su cometido. Con otro elenco formidable, encabezado por Martin Landau, Alan Alda, Anjelica Huston, Joanna Gleason y la pareja Allen-Farrow, el film nos presenta un mundo tan real como devastador. No apto para románticos.

Luego de Crímenes y Pecados, Mia y Woody realizaron otros tres films para luego terminar su relación amorosa y artística en 1992, en el medio de grandes turbulencias. Para ese entonces, Allen había adoptado a dos hijos de Farrow, Dylan, de 7 años y Moses de 13. Al poco tiempo, el director comenzó una relación con una hija adoptada por ambos, Soon-Yi Previn, con quien se casó legalmente y con quien continúa hasta la fecha. También continúan las denuncias legales y las desmentidas entre ambos. Pero más allá de toda controversia, queda el arte. Y el de ellos, retazos magistrales de al menos dos décadas del mejor cine, vale la pena revisarlo hasta el hartazgo.

 

Mirá La Rosa Púrpura de El Cairo

 

Películas compartidas por la pareja:

Comedia sexual de una noche de verano, 1982

Zelig, 1983

Broadway Danny Rose, 1984

The Purple Rose of Cairo, 1985

Hannah y sus Hermana, 1986

Días de Radio, 1987

September, 1987

Otra Mujer, 1988

New York Stories, 1989

Crímenes y Pecados, 1989

Alice, 1990

Sombras y Nieblas, 1992

Maridos y Esposas, 1992

 

Leé otras nota de Vivori en Dos para el cine  y sus recomendaciones cinéfilas en Lo que nunca viste del mejor cine americano

 

 

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