Julian Assange: cuatro años de encierro

23.06.2016

Por Jazmín Bronstein

 

El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, cumplió este domingo cuatro años refugiado en la embajada de Ecuador en Londres, con su salud un poco deteriorada y a la espera de que algo cambie.

El australiano de 44 años lucha contra tres países que lo han llevado a la justicia: Reino Unido, EEUU y Suecia. El 19 de junio de 2012, Assange debió refugiarse en la delegación ecuatoriana en Londres para evitar su extradición a Suecia por supuestos delitos sexuales que él niega.

Según denuncia, el pedido sueco es una maniobra con la que buscan entregarlo a Estados Unidos, donde teme ser condenado por haber filtrado en 2010 a través de su página 500.000 documentos confidenciales sobre Irak y Afganistán, y 250.000 comunicaciones diplomáticas, que desnudaron maniobras de la diplomacia estadounidense.

Julian Assange. Foto: Google Images

Este nuevo aniversario de su encierro llega con un apoyo formidable de parte de personalidades que van desde Patti Smith y PJ Harvey, hasta el filósofo y activista Noam Chomsky, el ex ministro griego de Finanzas Yanis Varoufakis, o los cineastas Michael Moore y Ken Loach. También la diseñadora de moda Vivienne Westwood mostró su apoyo y se sumó a los homenajes que con canciones y discursos se llevaron a cabo en ciudades europeas como Atenas, París, Milán, Berlín y Bruselas, bajo el lema “Primero fueron por Assange” –en referencia a un texto de Bertolt Brecht.

En Madrid tuvo lugar uno de los actos más importantes, organizado por El Diario (España)

Durante el evento, el exmagistrado Baltasar Garzón describió al fundador de WikiLeaks como una «víctima de la persecución política” y Chomsky denunció que “el crimen de Julian Assange fue violar los principios fundamentales del gobierno, fue levantar el velo de secretismo que protege al poder del escrutinio, que le impide evaporarse».

Según advirtió la BBC en febrero, hasta la ONU falló a favor de Assange, al afirmar que su detención es “ilegal”.

 

Transmisión en vivo el 19 junio 2016 del debate-coloquio en Madrid organizado por eldiario.es 

 

Cuatro años, las mismas preguntas

Mucho se ha dicho en torno a este “ciber-guerrero”. Para sus admiradores, Assange es un héroe, un corajudo perseguidor de la verdad. Mientras tanto, para sus críticos se trata de un personaje oscuro, que pone vidas en peligro al revelar información sensible.

Pero… ¿qué piensa la comunidad hacker sobre Assange?, ¿es un mártir o hizo lo que cualquier ciber-activista debería hacer?, ¿abre internet con esto de las filtraciones una nueva era democratizadora? ¿qué tan cierto es esto de que la virtualidad quiebra un montón de fronteras?

El caso Assange permite parar la pelota y reflexionar en torno a estas cuestiones que todavía parecen no tener respuestas muy claras. Personajes como éste, Chelsea Manning y Edward Snowden, por ejemplo, actúan como disparadores que abren el debate puertas adentro de la comunidad mundial de programadores y hackers.

“Me parece que el verdadero periodismo, es decir, la difusión de información de valor que puede llegar a comprometer a gente importante, va a estar cada vez más vinculado a personajes como estos”, dice Juan Sapia, periodista y programador.

En la misma línea, Agustín Ferreira, Licenciado en Sistemas, resalta la valentía de este tipo de personalidades: “Hay que tener mucho coraje para hacer lo que hicieron, porque realmente expusieron sus vidas. Es importante darles mérito por eso y es honorable hacerlo. Colaboraron con la democratización y con la transparencia que merece cualquier ciudadano del mundo”.

Pero no todo el universo de la programación comparte este punto de vista. Juan Nenna, Web Developer y programador con gran experiencia, advierte desde su trabajo en Alemania que no está tan de acuerdo con sus colegas: “Assange hizo lo que creía correcto, y estoy de acuerdo con que la información sea publicada para que todos tengan acceso, pero lo que hizo es ilegal y clasifica como espionaje”.

Una manifestación por la libertad de Assange. Foto: Google Image

Los artilugios del hacking

Mucho se habla de los hackers pero casi nunca se los define. ¿Quiénes son? ¿Assange y Anonymus?, ¿el chico UADE?, ¿qué tiene que tener un hacker para ser considerado como tal? Según Ferreira, se trata de una persona que se siente “incómoda” con alguna cuestión del sistema al que pertenece y trata de modificarlo en favor de la comunidad de la que forma parte.

“En el ámbito de internet, es gente que quiere cambiar algo, que encuentra la manera de hacerlo y se reúne o lo hace por su cuenta para modificar el estado de cosas actual, ya sea para bien o para mal. Hay personas que hacen cosas muy buenas con eso”, agrega.

Además, cuenta que en los últimos años el fenómeno que se extendió enormemente fue el de las comunidades open source. “Hoy es muy raro que una persona que se dedica a la tecnología utilice un sistema propio de una empresa. Por lo general, toma algo que hizo la comunidad, intenta mejorarlo y lo devuelve a esa misma comunidad. Eso es hacking. Devolverlo para que todo el mundo lo pueda utilizar. Es una nueva forma de intercambio”.

Por su parte, Nenna expresa que se trata de un tema delicado porque a veces roza la ilegalidad: “Uno puede hacer ‘ethical hacking’, que se usa más que nada para hacer testing y búsqueda de fallas en sistemas/redes/programas, siempre con el permiso del dueño, y eso está perfecto. Ahora, el ‘hacktivismo’ ya es otra cosa”.

“Por un lado, me parece bárbaro que haya gente que ‘lucha’ por causas en las que de otra manera no se podría hacer nada, como pasó con el grupo Anonymous que hackeó un montón de cuentas de ISIS para ponerle las banderas gay y pintarlas de rosa. Obviamente que eso es solo un ‘chiste’, pero es una manera de pelear también. Pero además, hay que considerar la línea de lo legal y lo ético, porque por más que uno esté de acuerdo, si hacen algo ilegal, tendrán que lidiar con las consecuencias”, redondea.

“El ciberactivismo no es nuevo, simplemente las herramientas y las prácticas lo son. Es algo que ya se venía haciendo hace mucho tiempo, y ahora los activistas encuentran interesantes al hackeo o las filtraciones”, comenta Ferreira

Según el Licenciado en Sistemas, vivimos en un mundo en el que toda la información de lo que hacemos es almacenada en un data center. “Esto no es algo nuevo, se vene dando incluso desde la Guerra Fría. Lo insólito es que la mayoría de la gente no lo sabe y no es consciente de cómo se maneja la información. Lo de las filtraciones es algo totalmente democratizador y permite traer a la conciencia que estas cosas pasan y es preocupante que pasen”.

“Lo que hizo Assange es ilegal, pero el problema acá es ese: no es que no lo debería haber hecho, sino que lo que hizo no debería ser ilegal”, cierra Nenna.

Edward Snowden. Foto: Google Images

Hacia dónde vamos

Cuando se le pregunta al australiano cuál es el legado que deja Wikileaks, no duda en contestar que es “haber creado una estructura difícil de atacar, para publicar la información que avergüenza a las grandes cabeceras”. Siempre remarca que lo difícil no es conseguir los documentos importantes, sino publicarlos.

Para Assange, el verdadero valor de Wikileaks es funcionar “como una biblioteca, como un registro compulsado de los comportamientos de las grandes instituciones contemporáneas” y el escándalo que genera cada publicación de material es “solo una manera de atraer gente a la biblioteca, una estrategia de marketing”.

¿Seguiremos sumando ejemplares en esta biblioteca?

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