30.06.2016
Por Jazmín Brostein
“Es muy difícil amar lo que no se conoce”, dice el arquitecto y expositor Néstor Zakim, mientras mira el horizonte desde las alturas de la Galería Güemes. Hasta aquí, si uno se detiene en la imagen, bien podría pensar que Néstor habla de la psicología del amor, o de alguna historia con final poco feliz. Pero no. Con Néstor se habla de arquitectura, ¡y cuánto sabe!
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Cuando queremos conocer un lugar, por lo general recorremos sus calles y buscamos entablar conversaciones con las personas que encontramos en el camino. La pregunta es: ¿por qué no miramos para arriba? Para vivir y respirar la historia de una ciudad, qué mejor que mirar sus edificios.
Buenos Aires, nuestra hermosa y maldita la ciudad de la furia, suele arrastrarnos a diario en su vorágine, que nos impide, paradójicamente, disfrutar de su esplendor. Pero para eso está Néstor, que con su programa “Cúpulas desde la Galería Güemes” nos ayuda a descifrar e interpretar nuestra propia historia.
Todos los miércoles de junio, a las 16, lo encuentran a Néstor bien firme en la entrada de la Galería Güemes, a la espera de esas almas curiosas dispuestas a dejarse llevarse por la magia de las alturas. “No nos olvidemos que la arquitectura es un registro de la historia. Esto es muy importante. Las instituciones que habitaron estos edificios buscaban decir algo, destacarse por sobre las demás”, remarca.
El centro de Buenos Aires desde la Galería Güemes. Foto: Jaz Bronstein
El valor simbólico que tienen las cúpulas es lo que las hace tan interesantes. Su altura, por ejemplo, no es un tema menor. Cuánto más alta, más status. Néstor sonríe y remarca:”La búsqueda de las alturas en la arquitectura se utiliza para identificar status y poder”. Esto explicaría no solo la competencia atroz entre los rascacielos de las empresas en New York Chicago, sino también los metros que tiene la cúpula situada en Alsina y Paseo Colón, fundada en 1914, que pertenecía a la central de los ferrocarriles ingleses.
En su momento, ese fue el primer rascacielos y el más alto de Buenos Aires. “Como por ese entonces era la principal inversión financiera –agrega Néstor-, buscaron representarla construyendo el edificio más alto de la ciudad”.
El recorrido visual sigue por tres cúpulas historicistas construidas por el arquitecto Eduardo Le Monnier , y se detiene luego en la cúpula del ex banco de Boston, del estilo neorenacentista español –que delatan sus tejas rojas-.
La visita también incluye interpretaciones sobre la cúpula de la ciudad que marcó el paso a la modernidad arquitectónica: aquella sobre el edificio de círculos concéntricos, típico del art-deco, construido por Alejando Virasoro.
También hay tiempo para hablar de la gran torre de 95 metros de altura que presenta la Legislatura. “Esta torre rompe el academicismo y emula a los beffrois del norte de Francia y del sur de Bélgica que representan a las torres comunales del siglo XVI. Se trata de una construcción que se utiliza para destacar el valor del poder del pueblo”.
También hay tiempo para recorrer con la mirada el edificio de Perú y Belgrano, típico del Art Nouveau alemán, y por supuesto, para aprender las cuatro partes de la cúpula –tambor, domo, cupulín y remate-. Así es como por sobre nuestras cabezas conviven numerosos procesos históricos, que se entremezclan y resignifican la ciudad.
“Hay que aprender a dialogar con las cúpulas. Hay que aprender a observarlas. Es una forma de aprehenderlas y retenerlas en uno mismo. Eso hace que fortalezcamos con ese conocimiento la identidad sobre la Ciudad”, cierra Néstor.
Buenos Aires vista desde la Galería Güemes. Foto: Jaz Bronstein
Hoy en esos edificios funcionan oficinas y hay habitaciones vacías. Hasta en la terraza de uno de ellos Mora Godoy suele presentarse con exposiciones de tango, y en la planta baja de otro ya hay un Starbucks, que al menos conserva el estilo del establecimiento.
Toda cúpula encierra una historia, ¿qué mejor que animarse a escucharla? “Es muy difícil amar lo que no se conoce”.
Info de la visita guiada
Miércoles, 16Hs. Feriados, se suspende la actividad.
No se suspende por lluvia.
Galería Güemes, Florida 165 (encuentro, P. baja 1era. cúpula)
Valor de la entrada: $100 (cien pesos)
Se abona exclusivamente en la Galería.
Inscripción: vía mail a recortesenelcielo@gmail.com (nombre y apellido, DNI, mail) o 15 minutos antes en el lugar.