22.07.2016
Por Diego Braude
En su nuevo microrrelato con fotografía, Braude nos cuenta una fábula china y establece una analogía con el tango.
***
Hace varios años ya, entrevisté a un director de teatro que me contó un cuento chino que luego jamás pude encontrar. No sé si busqué mal, no sé si él lo inventó. En cualquier caso, poco importa.
La historia narra que un maestro de actores decide enviar a uno de sus discípulos a mirar a dos colegas importantes interpretar una misma obra. No obstante, la indicación para el discípulo no es observar la técnica de estos hombres. En cambio, le indica que escuche y preste atención a las opiniones del público una vez finalizada la obra.
El joven discípulo va a ver a los dos actores, para la oreja al final de la función y escucha las conversaciones entre los espectadores a medida que salen. Con esa información, retorna con su maestro, quien le pide que relate lo sucedido y comparta las palabras que oyó al terminar la función.
Sobre A, los espectadores abandonaban la sala exclamando “¿Viste cómo apuntaba hacia la luna? ¿La tensión de ese dedo? ¿Su presencia?”. El maestro preguntó por B, y el discípulo contestó que el público resaltaba, emocionado, “¿Viste que bella luna?”. El maestro concluyó indicándole a su discípulo que debía estar claro para él a quién seguir.
De la misma manera, el tango pregunta una y otra vez de manera persistente, molesta, como la Oruga en Alicia en el país de las maravillas: “¿Quién eres tú?”
Leé otras Acuarelas de Braude
