17.12.2016
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Diciembre huele a verano, fiestas de fin de año y colores navideños. Este diciembre 2016 tiene además el perfume de una promesa anhelada: el acuerdo para identificar a las soldados caídos durante la Guerra de Malvinas. De las 237 cruces en el Cementerio de Darwin, 123 no tienen nombre.
La resolución, tan defendida y esperada por algunos ex combatientes y familiares, entró recientemente a la recta final. El viernes 9 de diciembre en Ginebra, Argentina y Reino Unido llegaron a un principio de acuerdo con la mediación de la Cruz Roja internacional. Si ambos países dan conformidad, las tareas para la identificación empezarían en 2017.
La cuestión Malvinas quizá sea el único tema donde hay correspondencia entre los argentinos, incluso entre los políticos. Malvinas parece no caer en el vacío de la renombrada grieta ideológica. Sin embargo, qué políticas de estado y cómo pensar esta cuestión tienen diversas aristas.
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¿Cómo pensar Malvinas fuera de las dicotomías?
El gobierno kirchnerista sostuvo sobre la cuestión Malvinas una retórica dura en reclamo por la soberanía: propusieron un bloqueo comercial a las islas contra la usurpación británica y la violación de la resolución de la ONU. En la otra esquina, el gobierno de Cambiemos retoma los 90s con la frase ‘bajo el paraguas de la soberanía’ en los asuntos bilaterales con Reino Unido.
Museo Malvinas. Foto: Pucheronews
Para Federico Lorenz, profesor de historia, investigador sobre temas relacionados a la guerra en las islas y director del Museo Malvinas, es más interesante pensar la cuestión en términos de cultura atlántica. Con su trabajo intenta acercar Malvinas al continente, vincularnos con ese territorio de alta mar. “Somos un país que piensa su relación con el mar desde la mentalidad pampeana, casi diría desde la mentalidad del estado que se formó a finales del siglo XIX.”
A pesar de estar entre los 30 territorios con más kilómetros costeros, tendemos a olvidar que somos un país marítimo, porque no ejerzamos como tal. “Me refiero a entender el mar como una parte más de nuestra experiencia, como sociedad y como país”, nos propone Lorenz.
“Tenemos que aprender muchísimo de lo que Malvinas significa”. Lorenz está convencido: solo la educación puede hacernos pensar desde otro lugar nuestro vínculo con Malvinas, con el Atlántico y la Antártida. Sin perder de vista el reclamo por la soberanía, “pensar la historia del Atlántico Sur, pensar la historia argentina desde la orilla hacia el mar y no al revés”. El relato de la historia argentina plantea el mar como lugar de llegada de los inmigrantes. El desafío sería pensar el mar como un lugar de partida. “De algún modo, eso construye otro tipo de identidad. ¿Cómo es un país con una identidad más marítima que pampeana? El desafío es pensar de otra manera, para que eso nos lleve a plantear el conflicto diplomático sobre la cuestión Malvinas de otra manera.”
Tumba de uno de los 123 soldados no identificados. Cementerio de Darwin, Malvinas. Foto: Pucheronews
Un largo camino
“La identidad es un derecho, lo logramos” era el mensaje que el Centro de Ex Combatientes Islas Malvinas (CECIM) hizo circular por Whats App el viernes 9 de diciembre frente al anuncio sobre el avance en la identificación de los 123 soldados NN. Los ex combatientes se refieren al trabajo que vienen realizando hace cinco años sobre este tema y, en particular, a una demanda judicial por el derecho a la verdad e identidad cuyo fallo en 2012 fue favorable.
Pero no todos ven de manera positiva la identificación. “El derecho a la identificación aplica cuando no se sabe qué pasó; acá se sabe que fueron caídos en combate”, según dijo a este medio en 2015 César Trejo, el apoderado de la Comisión de Familiares de Caídos en Malvinas. La Comisión argumenta también el riesgo de que, a raíz de los trabajos en el cementerio, los kelpers manifiesten “su intención de sacar a nuestros soldados del suelo malvinense”. Pero los que piensan así son minoría.
Los preparativos y protocolos para llevar adelante la identificación de los soldados están avanzados. Hace algunos años, gran cantidad de familiares ya dieron su consentimiento a la Cruz Roja y el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) recolectó las muestras de ADN. Finalmente, tantas tratativas parecen llegar a buen puerto con el principio de acuerdo entre Argentina y Reino Unido alcanzado en Ginebra a comienzos de diciembre.
“Para mí, la identificación es una noticia positiva, coherente con los avances en el campo de la reparación de las marcas del pasado reciente” dijo a este medio el historiador y director del Museo Malvinas, Federico Lorenz.
Hace un año atrás Ernesto Alonso, Secretario de Relaciones Institucionales de CECIM, estaba de acuerdo. “Desde el 2003, hay una política reparadora hacia los ex combatientes. Se empiezan a pagar las deudas”.
Sin embargo, frente al esperado principio de acuerdo por la identificación de los soldados Alonso, además de la alegría por este logro, expresó cierta preocupación.
Flyer de CECIM por la identificacioón de los 123 soldados.
Para Lorenz esta preocupación se entiende porque “el tema de las identificaciones ha sido presentado últimamente en un marco más amplio, con el anuncio de otros acuerdos”. Se refiere a la declaración conjunta firmada entre Argentina y Gran Bretaña en materia de pesca e hidrocarburos en las Islas Malvinas, anunciada por el gobierno de Macri en septiembre pasado.
“Están mezclando agendas. Usan el paquete humanitario de la identificación para levantar obstáculos al desarrollo económico de las islas y meter temas comerciales, de apertura al mundo”, dijo el vocero de CECIM a Pucheronews.
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