22.12.2016
Por
Silicon Valley está en California, un estado progresista donde los demócratas superaron el 60% de los votos en las últimas elecciones. La meca de la tecnologíay los ‘strat-ups’ se pronunció públicamente contra Donald Trump durante la campaña. Incluso, hay un movimiento llamado ‘CalExit’. Uno de sus promotores, Louis Marinelli, dijo a EFE: «Si Donald Trump es la cara de EEUU hoy, entonces nosotros necesitamos otra para California”. Sin embargo, parece haber sido la tecnología creada en esta región la que permitió el triunfo de Trump. Te dejamos el análisis de Pascual Calicchio para inaugurar su columna sobre nuevos medios digitales.
***
Las grandes empresas de tecnología apoyaron en bloque la candidatura de Hillary Clinton en las elecciones de Estados Unidos con la excepción de Peter Thiel, co fundador de Pay Pal y primer inversor de Facebook que apoyó a Trump y hoy suena como uno de los que ayudará a armar el gabinete del nuevo presidente.
Lo mismo sucedió con los grandes medios que en una relación de 27 a 1 apoyaron a la candidata demócrata como lo señala Pablo Boczkowski en esta excelente nota publicada en Anfibia que hasta fue elogiada por Durán Barba.
Sillicon Valley se pronunció públicamente contra el magnate. En Julio 145 ejecutivos de las principales compañías tecnológicas escribieron una carta en la que afirmaban que “Trump sería un desastre para la innovación”. Entre las firmas estaban la del académico Tim Wu y el ex socio de Steve Jobs Steve Wozniak por mencionar algunos. Trump los invitó a la Convención Republicana de Cleveland y sólo fue uno: Thiel.
En California, donde está Silicon Valley, los demócratas superaron el 60% de los votos, se votó a favor de la legalización de la marihuana y por la restricción en la venta de balas, en las antípodas de los estados del centro del país.
“Estamos en un momento extremadamente peligroso. California debería independizarse de EEUU” propuso Shervin Pishevar uno de los inversores de Uber y Airbnb expresando la preocupación que hay entre los inversores y emprendedores.
No es el único que propone esto. Hay un movimiento llamado “CalExit”. Uno de sus promotores, Louis Marinelli, dijo a EFE: «Si Donald Trump es la cara de EEUU hoy, entonces nosotros necesitamos otra para California. No tiene que ser la mía, pero puede ser California como nación». Este movimiento impulsa la campaña Yes California para que se haga un referéndum en el 2019.
Sin embargo, parece haber sido la tecnología creada por esas empresas las que permitió el triunfo de Trump. Si bien el republicano renegaba del Big Data por vender humo y cambió tres veces a sus jefes de campaña, distintos análisis resaltan la importancia que tuvieron las redes sociales en su triunfo, ya no sólo por la inversión que realizó allí en publicidad sino por el efecto de sentido que las mismas producen.
Trump contrató como director del equipo de data a Matt Oczkowski y como director de la estrategia digital a Brad Parscale quien, según esta nota, invirtió U$S 8.500.000 en la campaña en redes.
Pero a diferencia del primer triunfo de Obama los analistas no destacan tanto el éxito de la campaña del candidato sino los efectos de sentido que se pusieron en juego quizás por primera vez en una campaña. Por un lado los medios que lo odiaban le regalaron cientos de minutos de pantalla que se convirtieron en publicidad gratuita para el candidato y rating para ellos. ¿Cuánto incidió esto en los votantes enojados y descreídos de un sistema político que incluye a los medios?
Por otro lado las redes sociales generaron un efecto “burbuja” que hizo creer, a quienes Durán Barba llama “el círculo rojo”, que el triunfo de Hillary estaba asegurado. También les permitió a una importante red de blogueros y activistas digitales de derecha conocidos como los “Alt-right” propagar teorías como que Obama nació en Kenia y no en Estados Unidos, y andá a chequearlo a … diríamos en Twitter. Si les interesa leer más sobre el efecto “burbuja” les dejo esta nota de Natalí Schejtman para La Nación: Vivir en una burbuja, mundos a medida en la aldea global.
Tan fuerte fueron estas críticas que Marc Zuckemberg, jefe de Facebook, tuvo que salir a opinar y a relativizar el peso de estas “burbujas” y de las noticias falsas en los resultados electorales, lo que evidencia que algo de eso fue cierto. Esto reaviva otro debate que se dio a partir de la censura por parte de Facebook de la foto de la “niña del napalm” ¿Es Facebook un medio o una plataforma? ¿Cuál es el rol de los editores y de los algoritmos? Pero eso lo dejamos para la próxima nota.
Dustin Moskovitz, co-fundador de Facebook pero alejado de la empresa desde el 2008, decidió donar 20 millones de dólares al Partido Demócrata para detener a Donald Trump. La red social que ayudó a crear parece haberle jugado una mala pasada.