30.12.2016
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Si desesperadamente quiero buscar un novio, cuál es la mejor app. ¿Servirá de algo probar todas? ¿Estadísticamente tengo más chances? Lo mejor de las app para citas es que podés hacer todo, teléfono en mano, desde cualquier lado, en cualquier momento, incluso en pijama.
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Sin duda, Tinder es hoy la principal app para conseguir una cita a pesar del mito de que la gente se ve sólo para tener sexo. Aunque puede ser que no. Me atrevería a decir que todos conocemos a un amigo de un amigo que se puso de novio gracias a la aplicación. ¿Cómo funciona? Tinder se loguea con Facebook, y te va avisando cuántos amigos y cuántos gustos en común tenés con el candidato. Podés elegir qué querés ver, si hombres, mujeres, rango de edad, y distancia en km de donde estés vos. Por lo que vi, hay de todo, mucha gente bella, mucho feo y mucho fake –es decir, falso.
Otra app es Happn. Parecida a Tinder, tiene la diferencia de que te geolocaliza. Es decir, a medida que te movés por la ciudad, te va avisando a cuántos metros están tus candidatos. El mito dice que acá se encuentran mejores pretendientes. Por lo que vi, hay de todo también. Sin embargo, me dio la impresión de que son menos los fakes. Se supone que una puede setear el rango de edad de los candidatos.
No entiendo por qué, si yo puse mi búsqueda entre 33 y 45 años, me muestra muchachos de 19, 23, 27 años. Tendría que hablar con Sugar Cougar.
Prácticamente todas las app de citas funcionan de manera similar; lo que varía es la popularidad. Kickoff es una app menos usada. ¿Tal vez porque se agota más rápido? En Kickoff aparecen unos 20 candidatos por día, no más, que se van renovando día a día. Si uno quiere ver más, puede pagar y comprar créditos. Lo más interesante de esta app es que previene la proliferación de fakes porque las fotos para tu perfil de Kickoff, solo las podés sacar de tu Facebook -no de la galería de tu cámara como en las otras. (Aunque, obviamente, si sos un fake, podés subir previamente fotos falsas a un perfil trucho de Facebook e inscribirte desde ahí). Otra cosa que me gusta de esta aplicación es que saca los candidatos sugeridos del listado de amigos de tus amigos. Entonces, te va avisando cuántos grados de separación hay con tu pretendiente. ¿Lo negativo? Como no es una app tan popular, hay menos candidatos.
Badoo es más de lo mismo aunque es previa a las aplicaciones para celulares. Antes funcionaba como página de solos y solas. En algún momento me había anotado, pero me llegaban mails todo el tiempo. Los candidatos en aquel momento no me parecían de los más atractivos y me daba un poco de vergüenza estar en esa página. Soy bastante atractiva y me parecía que aun podía seguir intentando encontrar un candidato con los métodos tradicionales. Así que me di de baja. A pesar de que ya existen muchas apps y muchos menos prejuicios, no me volví a registrarme en Badoo.
En lo que a aplicaciones de citas respecta, hay para todos los gustos y delirios, incluso para conseguir millonarios. Por curiosidad, me bajé dos. Una se llama Find Millionaire. A mí me pareció una app de clientes. Es un sitio “para adultos” abiertos sexualmente. A diferencia de otras, no da por hecho que busques un hombre por ser mujer ni viceversa. Al registrarse, es obligatorio aclarar si sos hombre o mujer, y si sos heterosexual o bisexual. Ahora, ni un indicio de que los usuarios realmente sean millonarios. Lo peor es que saltan publicidades de clínicas asegurando el alargamiento peneano o soluciones para disfunciones sexuales. Dudo que en esta app consiga novio.
La otra aplicación de magnates se llama Luxy y parece tener un poco más de nivel. Sólo te permite subir una foto de cara y tenés que declarar 5 marcas lujosas de autos, ropa, maquillajes, accesorios y joyas que te gusten. También, qué ingreso anual tenés en dólares –pero tenés la opción de no decirlo. En esta app, para decir que alguien te gusta, en vez de marcar un corazoncito, entregás una rosa como en el programa de tv The Bachelor. En Luxy, hay todo tipo de especímenes, muchos huelen a fake.
Voy a probar las primeras tres aplicaciones. En la próxima entrega, les cuento…
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