Hay una forma de heroísmo en la migración

03.02.2017

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En este tiempo en que el discurso contra los inmigrantes toma un impulso cada vez más fuerte, tiempos en los que Donald Trump resuelve impedir el ingreso a ciudadanos de 7 países musulmanes y promueve velozmente la construcción de un muro entre México y Estados Unidos, mientras que el Poder Ejecutivo de Argentina modifica mediante decreto de necesidad y urgencia la Ley de Migraciones y coloca a los extranjeros que llegan o viven en el país como una amenaza para el Estado, Nicole Lapierre con voz serena y firme inauguraba su conversación en el Hay Festival de Cartagena diciendo que existe una forma de heroísmo en la migración.

 

Nicole Lapierre habló de la migración como una forma de heroísmo en el Hay Festival de Cartagena, se refería a afrontar dificultades tales como estar en Calais o inventarse un porvenir en otro sitio, lo que requiere –según ella– una energía increíble y una esperanza de gran magnitud para descubrir nuevos modos de vida.

 Pero para que se produzca un cambio hacia la forma de ver al migrante no alcanza con el conocimiento. “Se requieren relatos que se escuchen, que se incorporen a la vida cultural, se requieren artistas, poetas”, dijo la directora emérita del Centro Nacional Francés para la Investigación Científica.

Y agregó que es necesario cambiar la imagen del discurso político xenófobo del migrante peligroso o víctima. 

Así empezó la entrevista con esta socióloga y antropóloga, que actualmente lleva a cabo una investigación sobre memoria social y migración.

 

-¿Cuál es la diferencia entre las migraciones del siglo XX y las del siglo XXI?

 Por mucho tiempo Europa fue a la vez  un espacio de migraciones de diferentes países de Europa, del sur a Francia, del este a Alemania, por ejemplo. Pero al mismo tiempo Europa repartía migrantes por todo el mundo, había migrantes para conquistar países, y también dependiendo del periodo, había migrantes pobres –como parte de los migrantes de hoy– que pensaban que podían tener una vida mejor en Estados Unidos por ejemplo, italianos, judíos, españoles.

Hoy hay dos cosas que son diferentes. Este es un siglo de grandes migraciones en todo el mundo, la humanidad siempre se ha movido pero esto es a gran escala y la mayoría de estas migraciones se deben a la pobreza, a la guerra o a persecuciones. Gran parte van desde países del sur, desde el este de Europa o del sur de América al norte, de México a Estados Unidos.

Es una migración muy importante de quienes quieren tener una mejor vida.

Y en contra de eso los países que son más ricos cierran cada vez más sus fronteras, cada vez tienen más miedo de esta migración aunque en el pasado hayan sido enriquecidos por la migración.

 

-¿Por qué cree que se produjo este cambio?

Creo que después de la Segunda Guerra Mundial estaba esta idea de que en el mundo no se iba a repetir el horror de la guerra y el Holocausto. Creo que las cosas han cambiado al final del siglo XX por muchos factores. Había muchas guerras locales en África, en Arabia. En el último periodo un elemento de desestabilización fue la implicación en estas guerras de los países occidentales, especialmente Estados Unidos y sus aliados. La intervención en Irak por ejemplo, claro que había problemas allí, una dictadura, pobreza, pero esta intervención que fue solo militar y sin ningún proyecto político detrás, empeoró las cosas.

Lo mismo en África, hay problemas de pobreza, hay problemas ambientales, pero también hay problemas creados por estos países ricos que luego no toman responsabilidad por sus acciones. 

 

-¿Qué piensa sobre las fronteras entre países?    

Uno puede tener fronteras si estas se pueden atravesar. El problema no son las fronteras.

Las fronteras ahora son muros reales o aparentes que no se pueden cruzar, las fronteras como muros están en contra de los Derechos Humanos.

 

-¿Cree que la situación actual va a afectar la migración o detenerla?

La va a hacer más difícil y va a enriquecer a las personas que lucran transportando migrantes para cruzar las fronteras.

Va a ser peor, más peligroso y no va a detener la migración.

Aquí hay algo del efecto performativo del discurso, como el de Trump, que es una clase de autorización para lo peor, para que la policía, las fuerzas militares, movimientos racistas puedan sentirse legitimados para ser racistas, o rechazar a las personas porque la cabeza del gobierno, sin complejos, proclama ese discurso. No son solo palabras.

 

-¿Por qué cree que hay este rechazo al inmigrante?

Hay muchas causas, una parte de la población en Francia, como en Estados Unidos, como en otros países, es víctima de la globalización. Han perdido su trabajo o temen que lo puedan perder. Hay una crisis económica y social. También están los ataques terroristas. Por lo tanto es fácil desarrollar políticas del miedo, es fácil explotar el miedo de la gente. Esta es la llave del éxito de los gobiernos nacionalistas y racistas.

Se ve esto en Estados Unidos, en Turquía, en muchos países. En Francia, la derecha, (Marine) Le Pen puede ganar, es posible. Todos decían que el Brexit era imposible, el Brexit fue posible, todos decían: “Trump no; es imposible”, Trump está aquí ahora.

 

-¿Qué podemos hacer como sociedad para cambiar esta realidad?

Por ejemplo en Francia y en Europa en general hay muchas personas que están ayudando y muchas veces son pobres. En Lampedusa o en Lesbos no tienen mucho pero le dan la bienvenida a la gente. Estas personas muchas veces dicen que ellos tienen la memoria de lo que es ser un migrante porque muchos se fueron de estas islas en el pasado. No quiero decir que tienes que ser descendiente de inmigrantes para interesarte, pero la memoria es algo importante en esta forma de compromiso.

Entonces, hay muchas personas que hacen cosas, generalmente sin la ayuda del gobierno e incluso con la desaprobación del gobierno.En Francia las personas que han ayudado a los migrantes sin papeles han sido acusadas  ante los tribunales por haber colaborado con el ingreso ilegal de gente.

 

-Usted habló del heroísmo de la migración. ¿Cuál cree que es el rol de los inmigrantes en la sociedad?

 Cuando uno es de otro lugar no tiene los hábitos del país al que llega y la visión de la realidad, de la situación, de la relación entre las personas es diferente porque nada es evidente, normal, natural. Eso es interesante, tu punto de vista se mueve un poco. Este puede ser un elemento de pensamiento crítico, de creatividad porque a veces uno en su sociedad en su propia cultura es como si tuviese anteojeras debido a sus hábitos.

Otra cosa es que siempre es un enriquecimiento para la sociedad tener nuevas cosas de otros lugares, comida, acentos, amo la música de los acentos y que no todos hablen con la misma canción. Traes contigo muchas cosas y también una notable experiencia que es la experiencia de moverse, de migrar, por eso digo que los migrantes son héroes. Es más fácil para ellos quedarse en su propio lugar, con su familia, con su medio ambiente, su lengua materna. Aun cuando la situación sea dura necesitas coraje para ir a otro país que no conoces, no conoces la lengua, no conoces los hábitos y en muchos casos no eres bienvenido, necesitas coraje, determinación.

Claro que nuestra imagen clásica del héroe está conectada con la virilidad, los músculos, la guerra.

Hay muchas clases de héroes; la particularidad del héroe es que es el sujeto de su propio destino. Está determinado a atravesar dificultades.

 

 

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