¿Quién debe dar el primer paso?

23.05.2017

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Para algunxs puede ser obvio quién debe avanzar primero en un levante o relación, para otrxs no es algo en cuestión. En la virtualidad, las cosas se suponen más distendidas pero no siempre lo son. Incluso, el abanico de posibilidades puede generar cierto enrosque.

 

¿Quién debe dar el primer paso? En la vida real pareciera ser fácil porque las opciones son pocas:

  • Él, si queremos quedar como chicas bien
  • Ella, si se quiere sacar las ganas y le da lo mismo cómo vaya a quedar ante la sociedad
  • El o ella, si son dos personas relajadas y que no piensan tanto las cosas.

Pero en la vida virtual, el abanico es más amplio y con menos estereotipos. A veces se puede empezar con un simple “Hola”; otras, simplemente con un emoji.

Se supone que si unx tiene la app, pertenece a un sector social “relajado”. Pero yo no pertenezco a ese grupo porque me cuestiono mucho quién tiene que dar el primer paso, como si me encontrara prácticamente en la matiné de Caix en la década del 90.

Me encuentro en ese dilema en este momento. Ya hice los deberes: di algunos likes, me dieron otro tanto y tengo varios matcheos. ¿Pero qué hago con eso? Para lo único que sirven es para aumentar mi ego, mirarme al espejo y sentir que, a pesar de mis casi 40, todavía tengo levante. De repente, recuerdo que en las fotos de perfil usé filtros y se me ve divina. “Tengo que empezar la dieta una vez más, porque si me ve en persona, tal vez se desilusiona”, pienso. Mientras busco alguna dieta copada por internet, miro cada 5 minutos el teléfono a ver si entró algún mensaje. Nada. No entró nada, me empiezo a poner nerviosa, pienso en todas las variables. Después de mucho meditar, decido no hacer nada y esperar (más allá de cómo vaya a quedar y qué vaya a pensar el candidato de mí). Creo que lo mejor es esperar, sin dudas. Yo soy bastante inexperta en este tema. Mejor que lo haga el hombre que seguramente ya la tiene más clara. ¡Uy, qué loco! Doy por hecho que los hombres, al igual que en el sexo, tienen más experiencia. ¿Será demasiada presión para ellos? ¿Será una ida sexista?


 

Me relajo; pienso en otra cosa. Y justo cuando me distraigo, cae el primer “Hola”. Empezamos a chatear, nos preguntamos lo básico: edad, trabajo, barrio. Como si lo hubieran olido, me entra un nuevo “Hola”. Y otro y otro y otro más. ¡Esto es la gloria! Pasé de filosofar en pijama a tener a seis tipos hablándome (sin el más mínimo esfuerzo) Sin embargo, después del tercer candidato, ya quiero hacer copy paste. Me aburre estar hablando de lo mismo con seis personas en simultáneo. Pienso “Esto, además de ser un catálogo de gente (en un 99% basándose en lo físico), es algo súper impersonal”. Le cuento lo mismo a todos; no llego a conectar con ninguno. Y al aburrirme dejo de contestar.En ese estado me encuentro cuando un pibe me pide el teléfono para poder seguir por whatsapp. Me desconcierta porque whastapp es básicamente otro chat. O sea, es lo mismo. El argumenta que la app es lenta y no le avisa cuando entran los mensajes.

Entregar mi número de teléfono en esta instancia, para mí, es como si me pidieran una noche de sexo. En algún momento creí que el orden lógico era chatear por un tiempo en la app; si nos caíamos bien, pasar al teléfono y, si seguía todo ok, pasar a conocernos en persona.

Entonces, dudo. Me da miedo entregar mi número a un desconocido. Así que opto por hacerme la que no entiendo.

Al rato, me llega un mensaje súper impersonal de alguien dejándome su número de teléfono para seguir por whatsapp. Caigo en la cuenta que, definitivamente, la onda es pasar rápido al chat del globito verde – sin importar demasiado si el otro te cae bien o no. Mucha gente me había advertido que, en estas aplicaciones, la onda es directa y para tener sexo fácil. Me parece que mucho no me va. Ojo, si viene un candidato diciendo que está buscando el amor de su vida, capaz tampoco me atrae. El tiempo dirá cómo me voy adaptando a ser una mujer joven con costumbres de adolescente. Aunque, si me da miedo entregar mi número de teléfono, me veo mal.

¿Cómo voy a llegar a conocer a alguien?

¿Será que me tengo que relajar y no pensar tanto? 

Ustedes, ¿qué dicen?

 

 

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