30.05.2017
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La capital venezolana es una ciudad agitada y convulsionada. Hace 50 días las calles están atestadas de violencia por la rivalidad entre el gobierno y la oposición. Este fin de semana, vimos en en imágenes a miles de personas tomar la principal autopista de Caraca bajo la convocatoria Somos millones, organizada por la Mesa de la Unidad Democrática que concentra todos los movimientos opositores a Maduro. Sin embargo, Caracas tiene mucho más para ofrecer. Su historia alberga detalles que revalorizan las esquinas, calles, avenidas; muestran una cara positiva de la gente y su dinámica. Detalles sólo definidos por los caraqueños que día a día construyen vínculo con la ciudad; es decir, con su identidad.
Ser caraqueño es tener esa mezcla de sabores que caracteriza la comida de esta ciudad: dulce, salada, ácida, amarga, también picante.
Ser caraqueño es sentir esa gracia de estar conectados unos con otros.
Ser caraqueño es como tener una mamá divertida, chévere, pero que a veces le pega a uno.
Así definen los habitantes de Caracas su ciudad en un video del concurso fotográfico ¿Qué significa ser caraqueño? realizado por Comunifilm Producciones. El objetivo es capturar la esencia de la ciudad a través de imágenes. “La idea surgió de una conversación sobre lo que ocurría en la ciudad: por qué la gente apela a lo negativo de Caracas, cuando tenemos tantas cosas buenas”, cuenta a Pucheronews Gabriel Vegas, asistente de producción.
Caracas tiene casi 450 años; para empezar a celebrar en 2016 Comunifilm convocó a fotógrafos profesionales y amateur para representar la identidad caraqueña en una imagen. El resultado: 188 fotografías con una mirada positiva sobre la ciudad, un punto de vista esperanzador que vela lo negativo que se vive a diario.
El proyecto empezó a crecer; se reveló una necesidad de la gente para expresar lo que sienten por la ciudad y sus ganas de transformarla. “Es bonito ver cómo una idea va mutando; se convierte en una bola de nieve; se va sumando más gente y, de a poco, se cristaliza”, cuenta Oriana Martínez, Directora de Comunifilm.
Lo que fue un concurso fotográfico al principio, devino en eventos con grupos musicales, ciclos conversatorios y debates sobre las ideas de ciudad, espacio público, participación, a cargo de instituciones y personas que trabajan con los conceptos de identidad, patrimonio y fotografía.
“Todas las opiniones de las participantes nos llevaron a la conclusión de que hay necesidad de conversar sobre Caracas, hay ganas de asumir un rol activo para transformarla. Solo hace falta este tipo de espacios donde la gente canalice esa necesidad para comenzar a generar proyectos para transformar Caracas como todos la queremos”, expresa Martínez.
Paisaje, arquitectura, registro documental, puesta en escena y reinterpretación del espacio fueron los temas presentes en las fotografías que participaron de esta primera edición. Como iconos representativos de la ciudad se destacaron: Parque Nacional El Ávila formado por montañas que se pueden apreciar desde distintos puntos de la ciudad, y el Complejo Urbanístico Parque Central, que tiene dos rascacielos cuya fuerza visual destaca entre otras arquitecturas.
En el espacio de la exposición había una pared destinada para que los visitantes escribieran sobre la identidad caraqueña luego de ver las fotos. “El día de la inauguración, invitamos a la gente a escribir qué significaba ‘ser caraqueño’ en la única pared de que habíamos destinado para ello. De repente se me acercan mis sobrinos y me dicen: ‘Tía, la gente empezó a escribir en otras paredes y no pudimos pararlos’. Ya no podíamos hacer nada, eran las ganas que tenían de escribir sobre la ciudad”, dice Martínez. Así, las fotos estuvieron rodeadas de poesía, dibujos, fragmentos de canciones, expresiones de amor y esperanza.
Las ganas de transformar Caracas atañe a los nativos y a sus residentes extranjeros; pues el concurso recibió fotografías de varios estados de Venezuela. Asimismo, durante el ciclo de conversatorios, el público fue asiduo y diverso, de todas las edades y regiones del país. Una clara manifestación de la necesidad por reforzar la identidad entre todos.
“Muchos vivían en desencuentro, desesperanza, negatividad y surgió un espacio de convergencia que revierte esos sentimientos. Gracias a los quienes aún creen en Caracas, se sienten caraqueños, caminan por la ciudad. A pesar de cualquier desesperanza, aquí estamos”, expresa Gabriel Vegas.
“Ser caraqueño es tener fuerza, ímpetu y decisión. Saber que con amigos todos es mejor. Es tener la fe siempre presente y estar llenos de alegría. Es imaginarse una Caracas mejor y luchar por ella día y noche. Ser caraqueño es llevar la cultura a todos los espacios y conseguir esos puntos de encuentro que generan felicidad. Ser caraqueño es tener la fuerza de accionar para movilizar la transformación de nuestra ciudad”, se despide Martínez.
