31.08.2017
Por
Todo empieza como un juego. Detrás de una puerta de vidrio se observa una danza de luces de colores al ritmo de la música. ¿Qué pasará? El público se mantiene a la espera de la aparición de la bestia.
Acá estamos todxs. Siendo esto que somos… (Fragmento del texto de la obra)
Los actores van apareciendo uno a uno en escena. Iluminan sus caras con un celular o linterna. Quedan atrapados del otro lado de la puerta de vidrio que los separa del público. Sus expresiones reflejan curiosidad. La puerta se abre y ellos pasan. Cruzan el límite que los separa de la audiencia.
Entonces, cada personaje cuenta una parte de su historia, una anécdota que lo marca en su vida. Situaciones que reflejan un antes y un después. Que condicionan su personalidad y con el tiempo, conforman su identidad.
Las mejores y las peores personas son arrastradas hasta acá. Eso es todo lo que podemos decir. Eso y que vivimos en un mundo donde nada es simple. (Fragmento del texto de la obra )
Los hechos narrados, o por lo menos su mayoría, tienen que ver con el miedo. Sí. Esa bestia invisible que todos sentimos alguna vez o casi siempre, esa que muchas veces negamos sentir y que en diferentes momentos de nuestras vidas nos toca hacerle frente.
Hay uno de los personajes que no lo reconoce, pero vive feliz, porque puede hacer vueltas carnero.
La escenografía, la iluminación y las variaciones del sonido conducen al espectador por un universo que parece fantástico.
Para saber más sobre el trabajo de puesta en escena, Puchero entrevistó a Nayla Pose, Directora de obra:
- Puchero: ¿Cómo surgió la idea de realizar esta obra?
Nayla Pose: La idea nace de mi necesidad de indagar en cuestiones vinculadas a la memoria como constructora de identidad.
- P: ¿Qué fue lo que te impulsó?
NP: El desafío de articular una búsqueda estética con la temática. Y que esa búsqueda pudiera sucederse en una lógica propia. Tenía ganas de poner mis conocimientos e ideas en riesgo. Desde lo grupal trabajamos sobre las pulsiones identitarias individuales en cada unx y en ver cómo sumarlas al gesto colectivo. Me parece una posición interesante para trabajar.
- P: Los actores crearon sus propios textos, ¿son anécdotas verdaderas? ¿Cómo fue el trabajo del actor en los ensayos?
NP: Los actores y las actrices fueron construyendo sus textos en bases a investigaciones e improvisaciones, mientras eso sucedía yo los iba trabajando e incorporándolos a la dramaturgia de la obra y a la maquinaria de la puesta en escena.
Los actores y actrices tuvieron un rol creativo muy activo. Lo que se cuenta es pura ficción (salvo la carta del abuelo que murió en un campo de concentración y los datos biográficos que se ven en un cuaderno del otro abuelo que se escapó de la guerra) O sea, lo único que es real es lo que se lee.
- P: Se nota un fuerte contraste entre la música del inicio y el tono con el que trabajan los personajes ¿Cómo se trabajó esa puesta? ¿Cuál fue el objetivo?
NP: La lógica de la música es intuitiva y arma un conjunto bastante ecléctico. La música del principio (que es la que más se despega) es como un final de otra cosa, un final que da paso a lo nuevo: lo que pasa en la obra.
- P:¿Cuál es tu bestia Invisible?
NP:Tengo dos que se turnan, casi con la misma dinámica que la de los personajes de la obra. El recuerdo y el miedo. Ambos son bestiales.
Podés ver La Bestia Invisible todos los sábados a las 22hs, en el Teatro El Brío en Alvarez Thomas 1582, CABA.
FICHA TÉCNICA
Actúan: Emmanuelle Cardon, Marian Vieyra, Julián Ponce Campos, Lucia Szlak, Florencia Halbide, Nahuel Saa, Paola Lusardi, German Leza, Loló Muñoz, Pipo Manzioni
Diseño Grafico: Lucia Szlak
Dirección: Nayla Pose
Fotos y Video: Cortesía de La Bestia Invisible.
Redes: https://www.facebook.com/labestiainvisible/
Video: https://www.youtube.com/watch?v=0myPTKztBtQ&feature=youtu.be