20.12.2017
PorYa hemos escrito en PucheroNews sobre posverdad y noticias falsas, por ejemplo en relación a las últimas elecciones en los Estados Unidos -que puede parecer un fenómeno ajeno. En general, pensamos que quienes manipulan las informaciones o quienes son “engañados” son otros, los “malos” o los que no tienen herramientas cognitivas para discernir lo real de lo falso. Lamento decirles que el sesgo de confirmación nos afecta a todos, y todas.
El sesgo de confirmación es un término acuñado por el inglés Peter Wason quien en la década del 60 hizo una serie de experimentos con los que demostró que las personas tendemos a buscar información que confirme nuestras creencias y a descartar o darle mucho menos valor a aquellos datos que podrían poner esas creencias en cuestionamiento. Si hablamos de Argentina y mucho más si hablamos de política, pasa como dicen en El Gato y la Caja en el artículo “Confianza ciega”: “Las personas tienen (tenemos) apasionada claridad sobre lo que queremos, al punto que elegimos noticias y canales que satisfacen nuestras expectativas (Crtl + Alt + Sesgo de Confirmación).”
Quiero ilustrar esto con un ejemplo que se vio en estos días.
El jueves 14 de diciembre se produjo una gran movilización contra el proyecto de ley que reformaría el cálculo de los aumentos de las jubilaciones y la Asignación Universal por Hijo/a (AUH). En el Congreso los esperaba un impresionante dispositivo casi militar organizado por la Gendarmería que terminó con enfrentamientos, represión, detenidos y heridos. Hubo innumerables imágenes de esa jornada y sin embargo muchos usaron para denunciar esa represión imágenes de la represión en el plebiscito por la independencia de Cataluña o la de un policía apuntando a una anciana que era del 2001.
La sesión que había logrado un dudoso y efímero quórum (otro debate sesgado ¿hubo o no hubo?) se terminó suspendiendo.
El lunes 18 se convocó a una nueva sesión y esta vez el dispositivo de seguridad estuvo a cargo de la Policía de la Ciudad que valló varias cuadras a la redonda el Congreso. Nuevamente cerca de la apertura de la sesión empezaron los enfrentamientos entre una minoría en relación a los miles y miles de manifestantes que llegaban hasta la Avenida 9 de Julio.
Allí empezaron las teorías, y los tuits claro. ¿Los enfrentamientos con la policía lo iniciaron infiltrados de la misma policía? Es habitual que ello ocurra como también es habitual que quienes piensan que la violencia perjudica a una movilización tan grande piensen que ello es así aunque no tengan pruebas o haya grupos minoritarios pero existentes que prendieron la mecha. No tengo idea si algo de todo eso ocurrió pero si se que un tuit de Mercedes Ninci vino a confirmar esa creencia.
Muchísima gente dio crédito a lo que Ninci insinuaba (tiene casi 4.000 RT y 4.000 fav) incluso mucha para las cuales Ninci no sería una fuente confiable en otras circunstancias en este caso lo era porque confirmaba lo que ella pensaba, algo que se ve con un dejo de ironía en este otro tuit.
En la comunidad de Hack Hackers Buenos Aires tomamos el tema de las noticias falsas desde hace tiempo pero este año tuvo particular importancia. Entonces, arrancamos el año con un encuentro con especialistas en el tema y se abordó en charlas y talleres de la Media Party. En uno de los grupos de Whathsapp alguien tiró la pregunta: ¿Qué ven en esta foto, un hombre ayudando a un policía o un policía agarrando del cuello a un hombre?
Puesto en esa perspectivas empezamos a ver de otra manera la imagen en cuestión. Si no era un infiltrado tarde o temprano alguien tenía que conocer a ese muchacho, su cara se veía muy nítidamente. “Es militante, amigo de un amigo.” A esa altura ya estábamos seguros/as de que no era lo que todos habían querido ver. No tardamos mucho en ver un tuit de Ángela Lerena mostrando un comunicado de la Comisión Directiva Unión Obrera Metalúrgica de La Matanza (UOM) diciendo que este muchacho era un afiliado de su organización y dando una nueva interpretación a los hechos: “el ejercicio de un legítimo acto humanitario” de ayudar a un policía. Para la UOM efectivamente estaba ayudando al policía pero eso no lo convertía en un servicio.
¿Mala leche o falta de profesionalismo?
Hay dos breves ejemplo donde ya no juegan las redes sociales o la asociación de una periodista sino la responsabilidad de los medios. Son casos en los que no se puede pensar en un error. O hay una intencionalidad política o hay una falta grave de profesionalismo al no chequear las fuentes y dar por cierto una versión. Ustedes elegirán en cual de las dos cosas prefieren creer.
El primero:La periodista Silvia Mercado dio en Crónica TV la “primicia” de la muerte de un policía de la ciudad a causa de la pérdida de la masa encefálica y el canal lo puso en sus clásicas placas como vimos en la foto de arriba. Poco después esto fue desmentido por el SAME y la Policía de la Ciudad. Por suerte en medio de tantas desgracias no hubo que lamentar muertes, salvo la de la credibilidad del periodismo.
Segundo caso: Canal 26 y La Nación usaron para ilustrar la violencia contra la policía una foto de una pelea China de la MMA (Mixed Martial Arts).
¿Cómo no caer en el mismo error?
Por eso, si sos periodista chequeá todo antes de publicarlo, no te quemes por querer tener una primicia efímera, si sos militante confirmá que es lo que estás reenviando porque puede ser falso aunque confíes en la fuente porque puede ser perjudicial para tu causa. Hubo miles de imágenes de la represión, no es necesario importar fotos.
¿Cómo hacer? Es fácil.
En muchos encuentros de Hack Hackers se han hecho talleres para identificar y combatir las noticias falsas. Hay un método muy sencillo que funciona en el caso de las fotos. Juan Manuel Lucero, Coordinador de News Lab de Google en Argentina, dejó fijado un tuit que lo explica sencillamente:
- ¿Cómo verificar la imagen en un tuit? ¿Cómo comprobar si ya fue publicada con anterioridad? Toma solo 30 segundos: botón derecho – Google images, te fijás si alguien ya publicó esa imagen, cuando y chau, te evitás repetir el error.
