19.02.2018
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“Senderos de la Ciénaga” es el único proyecto venezolano seleccionado entre 101 participantes como finalista por el Concurso BID Urban Lab, . El equipo busca apoyo, a través de una campaña crowdfunding, para poder asistir a la ceremonia de premiación, a celebrarse en marzo, en la ciudad de Mendoza.
“¡Hola! Somos el único equipo participante de Venezuela en el Concurso BID Urban Lab Guaymallén 2018 en Mendoza, Argentina y ¡Hemos clasificado en la ronda de finalistas!”, así se presenta la campaña crowdfunding del proyecto urbanístico “Senderos de la Ciénaga”, creada por cuatro jóvenes profesionales de Barquisimeto, estado Lara.
El BID UrbanLab es un concurso universitario orientado a buscar soluciones creativas e ideas innovadoras a problemas urbanos de América Latina y el Caribe, de la mano a estudiantes, profesores universitarios y jóvenes profesionales. Esta tercera edición del certamen, organizado por el Banco Interamericano de Desarrollo a través de su División de Vivienda y Desarrollo Urbano, ha propuesto el diseño de un proyecto urbano integral, multisectorial, innovador y sostenible en Mendoza, para los predios de carácter patrimonial del Ferrocarril General Belgrano y su zona destinada al «Parque Joaquín Lavado Quino», en el Departamento de Guaymallén.
La competencia se inició en mayo del año pasado, con 101 equipos, de 70 universidades y 13 países, en una primera fase que exigía el planeamiento de un parque urbano de 26 hectáreas. De esta, fueron 40 los equipos seleccionados a la siguiente etapa, que consistía en desarrollar en detalle 6 hectáreas del parque diseñado. En la tercera fase, solo tres son los equipos finalistas que irán a Mendoza del 20 al 23 de marzo a defender su proyecto ante el jurado y optar por un premio de $5000, además de la oportunidad de validar su propuesta urbana en el Departamento de Guaymallén.
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“Senderos de la Ciénaga” está conformado por Génesis Loizaga y Silvia Uzcátegui, Arquitectas recién egresadas de la UCV, Albamarina Silva, estudiante del último semestre de Arquitectura en la UCV, y Francisco Torrealba, tesista de Economía de la UCLA y estudiante de Diseño Gráfico.
Génesis y Silvia vieron el anuncio del concurso por internet y enseguida se pusieron en contacto, ambas estudiaron juntas la carrera de Arquitectura y ya habían participado en otro concurso. En este caso, no podrían trabajar solas, pues el proyecto requería un grupo multidisciplinario de al menos cuatro integrantes, además de un tutor.
Fue así como empezaron a buscar entre sus amigos, quienes quisieran unirse al proyecto. Algunos estaban haciendo planes para emigrar, otros se unieron y por compromisos personales no pudieron continuar. Albamarina Silva decidió entrar al grupo en el momento en que tenían que decidir quién iba a ser el tutor que los guiara en el proceso.
Entre colegas, eligieron a Ricardo Avella, por su experiencia en concursos urbanos, y a él le pidieron asesoría para conseguir al integrante que faltaba. Avella les sugirió incluir a un geógrafo y, cuando lo consiguieron, también decidió retirarse. En ese momento, optaron por buscar a un profesional que pudiera complementar las fases de desarrollo y financiamiento, así que Silvia contactó con su amigo del colegio Francisco Torrealba, tesista de economía.
Con el equipo armado, pusieron manos a la obra al proceso creativo. “Fue muy interesante porque durante toda la primera fase estuvimos todos separados, solo tuvimos una reunión todos en persona. El país se encontraba sumido en una ola de protestas y esto nos hacía casi imposible vernos. Además, nuestro tutor se había ido a Holanda y gran parte del diseño lo desarrollamos a través de videollamadas. Fue complejo, pero nos ayudó a sintetizar y a tratar de entendernos de una manera más eficiente”, cuenta Albamarina.
Y gracias al trabajo en equipo es que ahora se encuentran entre los tres finalistas del concurso. En este sentido, Génesis agrega que el tiempo entre la primera y la segunda etapa les ha permitido darle más calidez al proyecto y desarrollarlo con más profundidad.
“Decidimos comenzar este fundraiser porque la organización del concurso se encargará del transporte y hospedaje de dos concursantes del equipo, sin embargo, nos gustaría a los cuatro estar allá en persona para representar a nuestro país. La situación económica en Venezuela hace imposible que podamos costear nuestros propios gastos, y es por eso que pedimos tu ayuda”, explican en la campaña crowdfunding.
La meta es llegar a recaudar $3000, sin embargo, en dos meses han reunido solo $225. Francisco reconoce que realizar este tipo de campañas de micromecenazgo requiere de un mayor esfuerzo si no se cuenta con medios masivos de difusión. “En nuestro caso, por ser una causa académica, mueve menos fibras que alguien que necesita fondos por enfermedad, por ejemplo”, afirma.
Es por eso que también están intentando acercarse a instituciones que los puedan apoyar. Por ejemplo, su propia casa de estudios, la Universidad Central de Venezuela. “Hace poco tuvimos una reunión con el decano de la Facultad de Arquitectura en Caracas, pronto tenemos otra con la rectora Cecilia García Arocha, esperamos que nos respalden o nos pongan en contacto con empresas y organizaciones que pudiesen apoyarnos para conseguir el financiamiento y así lograr que el equipo pueda asistir a la ceremonia”, manifiesta Silvia.
A pesar de la situación que atraviesa Venezuela, estos cuatro jóvenes entre los 23 y 24 años apuestan por la esperanza. “Cada uno de nosotros tiene diferentes planes, pero sin duda alguna todos queremos formarnos y especializarnos en diferentes área para que cuando el país nos necesite, tengamos el conocimiento y los medios para aportar y reconstruirlo”, expresa Silvia.
Dentro de su formación académica también han creado proyectos urbanísticos para desarrollar en Venezuela, pues tal como señala Génesis: “en nuestra Escuela de Arquitectura nos han infundido un profundo arraigo por Venezuela y por nuestras ciudades”.
Sobre el equipo
Génesis Loizaga (24). Arquitecto. Actualmente llevo el blog de arquitectura Trópico.lab como proyecto personal, para construir poco a poco una biblioteca de obras, proyectos e investigaciones que pueda ser útil a estudiantes y profesionales. Siempre soy cercana y espontánea, porque creo que las barreras entre las personas limitan nuestra percepción.
Me interesa la arquitectura, el paisaje y la planificación urbana, así como también disfruto el tema de la comunicación web, el reciclaje y el aprendizaje constante.
Silvia Uzcátegui (24), Arquitecto. Mi principal interés siempre ha sido el diseño, pues me fascinan todas las cosas que se pueden lograr a través de él: las relaciones humanas, la experimentación y los procesos. Me encanta aprender siempre cosas nuevas, es lo que me mantiene en contacto con lo que sucede a mi alrededor. “Senderos de la Ciénaga” ha sido uno de los tantos retos que siempre me es grato asumir, me ha llenado de conocimiento y de ganas de seguir retándome a mí misma.
Albamarina Silva (23), Estudiante del último semestre de Arquitectura. Además de esta pasión por crear espacios, me encanta hacer fotografía y escribir sobre ello, me ayuda a liberar y expresar emociones. Siento profunda fe en Dios y en aquello que hacemos con pasión. Este concurso ha salido adelante con mucho esfuerzo, sacrificio y sobre todo amor, porque disfrutamos lo que hacemos. Ha sido una gran experiencia profesional y para la vida; sé que lo vamos a lograr.
Francisco Torrealba (24). Tesista de economía y estudiante de segundo semestre de Diseño Gráfico. Me apasionan las finanzas, los mercados de valores igual que el desarrollo tecnológico, la propiedad intelectual, la creación de marca y el análisis de mercado. El formar parte de un gran equipo como “Senderos de la Ciénaga” me ha dejado muchos conocimientos a nivel profesional y personal, espero aplicarlos y seguir obteniendo muchos más.
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