22.03.2019
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Andreína Ledesma es maestra en una institución privada en Caracas, si bien la crisis ha modificado sus dinámicas, todos los días despierta con la certeza de hacer lo que ama
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p style=»text-align: center;»>Foto cortesía de Comunifilm
La serie comienza con la historia de Andreína Ledesma, maestra de educación preescolar en la Unidad Educativa Moral y Luces, institución Hebraica ubicada en el Distrito Metropolitano de Caracas. Este capítulo, dirigido por Yangel Machado, permite entrar en la casa de Andreína, el espacio donde convive con sus recuerdos familiares, ver cómo prepara el primer café del día y acompañarla en el trayecto al trabajo.
Luego, escucharla rememorar la primera vez que entró a un salón de clases y el olor de los niños le confirmó que estaba en el lugar correcto. Ella hace lo que ama y está consciente de su responsabilidad. “No todas las personas tienen en sus manos la posibilidad de cambiar pensamientos y transformar vidas. Yo transformo vidas”, afirma.
Sus clases son dinámicas y alegres. Incentiva la participación de sus alumnos con las técnicas del Proyecto Fastrackids, que busca desarrollar las habilidades necesarias para ser parte del mundo actual, a saber: pensamiento crítico y resolución de problemas; colaboración a través de redes; agilidad y adaptabilidad; iniciativa y emprendimiento; comunicación oral y escrita efectiva; acceso y análisis a la información; y desarrollo de la curiosidad y la imaginación.
La vertiginosa oleada migratoria de venezolanos en los últimos años ha mermado la matrícula de los colegios privados y, en consecuencia, ha modificado la dinámica de trabajo de los docentes. En este sentido, la maestra destaca que en un momento de crisis como el actual no se puede excluir a los niños, sino más bien prepararlos para enfrentar situaciones adversas. “La primera herramienta que le tienes que dar a un niño en edad preescolar es la seguridad en sí mismo, llevándolo por el camino del amor y el respeto”, sostiene.
A continuación, su historia.
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