24.06.2019
PorEste capítulo de “Aprender con calidez”, presenta a Elvin Rico, instructor de surf conectado con el poder del mar para motivar a sus alumnos a alcanzar sus metas pese a las circunstancias
< p style="text-align: center;">Foto cortesía de Comunifilm
El profesor Elvin Rico nació en el estado Zulia, cerca del Lago de Maracaibo, el más grande de latinoamérica, de ahí su contacto natural con el agua. “Soy una persona común, emprendedor, con muchas ganas de vivir”, dice el instructor de surf, que trabaja con la Fundación Jhonaikel Bolívar, en la playa Los Cocos del Estado Vargas.
Elvin comparte con una población estudiantil diversa en edades, pero con una realidad compartida: los mayores beneficiarios de la experiencia son niños, niñas y jóvenes provenientes de los edificios conocidos como Misión Vivienda, que forman parte de los programas sociales desarrollados dentro del gobierno de Hugo Chávez; y de barriadas cercanas a la playa Los Cocos.
Para el instructor, ha sido satisfactorio trabajar con niños de bajos recursos y alentarlos a que sus sueños se hagan realidad. “Hay niños que tienen muchas carencias, nosotros les enseñamos el amor al prójimo, el esfuerzo, la constancia, hacer que su luz en su entorno sea más brillosa”, afirma.
En el video, dirigido por Oriana Martínez, se lo puede ver en su espacio personal, preparándose un batido antes de agarrar la tabla y salir a encontrarse con esos seres ávidos por lanzarse a las olas y aislarse un poco de la realidad. “El agua para mí es un vehículo hacia la vida. me da fuerza, vitalidad, optimismo, ganas de hacer las cosas”, afirma Elvin.
El instructor destaca que a pesar de todas las carencias que tienen sus alumnos, a través del encuentro con el mar, con el deporte y con el otro, han logrado transmitirles valores que luego ellos propagan en sus casas.
La Fundación Jhonaikel Bolívar fue establecida por Kimberling Iriarte en honor a su hijo, joven atleta de la Selección Nacional de Surf, que falleció en el año 2012 en un accidente mientras surfeaba. “Mi hijo tenía 15 años y acababa de graduarse de bachiller en ciencias e iba a la Universidad Simón Bolívar a estudiar comercio exterior. Venía llegando de un mundial junior en Nicaragua y fue a un entrenamiento en playa el Faro, lugar donde tuvo una contracción muscular y desfallece en el agua, cuando se dieron cuenta de que la tabla estaba flotando, fueron a socorrerlo, pero no lograron sacarlo a tiempo”.
Para sobrellevar la pérdida, la madre del joven se enfocó en contribuir a la formación de niños y niñas en el surf, así nació la fundación, que desde el 15 de marzo de 2014 se ha dedicado a la organización de eventos competitivos de surf, entre otras actividades.
Elvin Rico les dice a sus alumnos: “el ‘yo no puedo’ no existe”. De esta manera los motiva y los acerca a sus sueños.
A continuación, su historia.
Agradecimientos
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