25.10.2015
BOCA DE URNA es una frase que siempre me hizo pensar en TI MANGIA IL LUPO*. ¿Por qué? Ni idea. Algo de la sonoridad, la construcción sintáctica, la cavidad bucal, el comer. Hoy entiendo que tal vez algo intuitivo en mí relacionaba las frases porque las encuestas Boca de Urna podrían influenciar el electorado -el lobo de la política usa sus fauces. Lo cierto es que nunca antes supe cómo se obtenían estos datos. ¿Qué es el Boca de Urna? ¿Para qué sirve? ¿Cómo se hace?¿Quién lo pide? ¿Cuán confiable es el dato? ¿Cuál es su importancia? ¿Cómo influye al votante? En Pucheronews hablamos con el sociólogo Martín Gendler para entender de qué se trata. Empiezo aprendiendo que se dice “los” Boca de Urna.
En el terreno de la política, las encuestas tienen un lugar predominante. Cada candidato contrata una o varias consultoras que van midiendo la temperatura de la sociedad, especialmente en tiempos de elecciones. Los Boca de Urna son encuestas que se hacen el mismo día de la votación, pueden ser a nivel nacional o regional y implementan mucho recurso humano. En general, son consultoras grandes las que realizan los Boca de Urna e incluso las hacen los partidos, ya sea por tener mucha infraestructura propia o por falta de presupuesto porque es un servicio caro. “Se conoce mucho a las consultoras que hacen sondeos y salen en los grandes medios pero no a las que hacen este trabajo subterráneo, explica Gendler.
Los datos recolectados son privados, es decir pertenecen al cliente que los solicite –que puede ser el partido o un candidato a presidente o a gobernador o a intendente. Esto determina el espectro de las áreas encuestadas, las preguntas que se realizan a los votantes, la frecuencia con la que se releva la información. Los datos no pueden comunicarse públicamente hasta después de las 18 horas –cuando cierran los comicios. Pero el cliente recibe desde la mañana y a cada hora las estadísticas de cómo va en el electorado. Varios grupos de tres a cinco personas bajo la tutela de un coordinador son designados a escuelas en zonas densamente pobladas para obtener mayor cantidad de encuestados.
Urna electoral, fragmento de tapa de Página 12. Foto: Pucheronews
p>Deben mantenerse a unos 80 metros de la salida de la escuela; a esa distancia ya pueden preguntar a los transeúntes de manera directa: ¿A quién voto?
Las respuestas se colocan en un planilla con un sistema ‘palito de truco de 5’: un votante, un palito. Cada treinta minutos aproximadamente son relevadas por el coordinador que pasa telefónicamente la información a las oficinal regionales o centrales de la consultora según el caso. Allí se incorporan las encuestas en una computadora y cada una hora son enviadas al interesado. Si bien no se pueden informar los datos antes de las 18, suelen circular en redes sociales como estrategias de los candidatos. “En estos tiempos de medios digitales, muchos difunden cuando se les da la gana porque no están regulados con horarios”, dice el sociólogo. Martín Gendler trabajó en varias consultoras que realizan Boca de Urna, pero ahora es Project Manager*2 en la consultora Opinaia. La entrevista resulta sumamente interesante por la cantidad de variables que influyen la exactitud de las encuestas realizadas el día de la elección.
Una changa y sus tips
No hay que ser sociólogo o politólogo para realizar encuestas Boca de Urna, es más bien lo que se dice una changa. Cualquier persona puede ofrecerse para este trabajo de un día para ganar unos pesos extras. Los encuestadores suelen ser amigos o parientes de quienes trabajan en las consultoras, estudiantes o telemarketers. No es una tarea compleja pero tiene sus reglas y especificidades para que los resultados sean lo más certeros posibles. “La mayoría de las consultoras da una pequeña capacitación, aunque muchas los mandan directamente al terreno dejando esto para el coordinador, quien en cinco minutos da algunas pautas generales de cómo moverse, qué hacer, qué y cómo preguntar”, cuenta Gendler.
“A diferencia de otras encuestas face to face no es conveniente hacer una introducción larga sino ser directo: Buen día, estoy haciendo un boca de urna, ¿a quién votó?”, explica el sociólogo. Y agrega: “Lo central es que la persona directamente especifique su voto sin más intercambios ya que cada minuto ‘gastado’ con un votante es un minuto menos para encuestar a otro.”
Av. Callao y AV. Rivadavia, ciudad de Buenos Aires. Foto: Pucheronews
p>El coordinador de cada grupo es responsable de la confiabilidad de los datos ya que los márgenes de error y manipulación son altos. Para empezar, Gendler aclara: “No olvidemos que el voto es declarativo y ante eso no hay perfección de relevamiento posible”. Es decir, si yo digo voté a X no hay manera de saber si es cierto o no. Pero además hay que confiar en el buen desempeño del encuestador. Es común que, frente a una alta negativa a responder, el contratado invente respuestas. O que sea un poco quedado entonces sólo logre dos encuestas mientras que sus compañeros hacen quince. O llenar la boleta completa cuando solo obtuvo el nombre del candidato a presidente y no sabe si el votante cortó boleta. El coordinador debe estar alerta para prevenir estas situaciones y otras.
“Muchas veces las autoridades que custodian la elección pueden pedir de buena o mala manera que el encuestador se retire a 100 metros o incluso 200 metros. Esto siempre depende de quien sea el intendente del lugar, cuál su partido, cuantas sus chances de ganar y si ellos pidieron o no el estudio”, cuenta a Pucheronews el sociólogo de Opinania. O sea: si la encuesta es oficialista, la cosa es más amistosa; si es de la oposición “puede generar pedidos de retiro de los encuestadores o amenazas (o ambas)”, según su experiencia.
Los fiscales de los partidos son muchas veces quienes calman los ánimos; entienden que los pibes que relevan datos están trabajando. Pero, sobre todo, lo hacen a cambio de información parcial.
Gendler analiza: “Es una relación interesante la que se da en el terreno entre autoridad policial, fiscal y encuestador. Además de solicitar que se retiren, los fiscales opositores pueden enviar a varios votantes conocidos de su partido para hacer la encuesta, bloqueando el flujo de votantes de otros partidos”. El sociólogo continua: “Si el encuestador es literalmente rodeado por cinco personas, el coordinador debe enviar a encuestar a otros votantes que salen del colegio para evitar que esos ‘rodeadores’ sesguen el conteo”. Un descuido puede significar un desbalance que le puede resultar fatal.
¿Para qué sirven los datos del boca de urna?
“Sobre todo en el conurbano, algunos intendentes y otros candidatos disponen de punteros y aparatos que movilizan personas. Si sus números vienen flojos, ese dato les sirve para empezar a hacer llamadas, preguntar qué pasa, ver si hubo algún inconveniente o hacer bajada de línea de no se está votando a los nuestros, controlen más”, responde Gendler. Los Boca de Urna sirven para que el cliente tenga noción real de la situación y pueda operar en consecuencia.
Un acto de campaña. Foto: Pucheronews
p>Son varios los motivos por los cuales los Boca de Urna pueden ser inexactos. “Dificultad para hacer el operativo por oposición de las autoridades policiales, errores de los encuestadores por poca capacitación, algún error en la cadena de transmisión de la información cuando esta es muy larga o directamente la modificación por parte del que contrata, en cierta medida auto engañándose o como estrategia”, enumera el entrevistado. “En estos tiempos de em>twitter /em>yem> facebook/em>, una estrategia posible es difundir resultados adulterados de los Boca de Urna mientras se realiza la votación para condicionar el voto, sobre todo del indeciso en pos de un voto útil”.
La cadena de transmisión de los datos relevados en las encuestas Boca de Urna es realmente larga. Unos minutos antes del cierre de los comicios, las planillas son enviadas por fax (sí, fax!) para que se corroboren los datos cargados a las computadoras con el sistema “palitos de truco de 5” anotado manualmente.
Los Boca de Urna van dando resultados parciales y, hacia el final, eso permite obtener cifras totales rápidamente. Los resultados ‘reales’ por parte del Comité Electoral se manejan por correo. En un país tan extenso como el nuestro, esto implica tiempos de viaje y posibles adversidades climáticas por lo que el resultado final tarda días. Actualmente, hay centros de cómputo en todas las provincias y principales ciudades que cargan y suben los datos a Internet a medida que los van recibiendo y aparecen en la página oficial del Escrutinio. Pero siempre hay errores de carga en estos datos y los resultados realmente definitivos suelen dar dos o tres puntos diferentes.
Los candidatos salen a dar sus declaraciones con los datos provisorios resultantes de la carga digital de los votos. No se usan los Boca de Urna como dato definitivo, aunque ayudan a evitar papelones 😉
La importancia de este tipo de encuestas reside en los resultados parciales. “Los Boca de Urna son un ‘estado de situación’ en tiempo real que sirven para conocer cómo viene el electorado y operar en consecuencia”, concluye Gendler.
Notas:
- Ti manga il lupo, italiano. En español: Te come el lobo.
*2 Project Manager, inglés. Enespañol: Gerente de Proyectos.