18.11.2015
La experiencia de un artista que ha dejado la ciudad para ser docente rural en Concepción, zona considerada «de guerrillas» en Paraguay.
Claudio Martínez es docente rural. Enseña arte en colegios y escuelas. Vive en Sapukai, distrito de Yvy Ya´u, departamento de Concepción. El cerro, la tierra colorada, el vivir despacio, ha sido una elección para Claudio. Él estudió en el Instituto Superior de Bellas Artes de Asunción y ha pasado por las tablas, le gusta el teatro. Tiene muchos amigos en Asunción. “Un proyecto para trabajar sobre cerámica con presos de Tacumbú un tiempo y conocer esa realidad me hizo un click para apostar por el campo, por lo tranquilo, por este encuentro con la naturaleza, la libertad, al vivir despacio que en la ciudad es difícil encontrar”, relata Claudio. Él tiene 36 años, aunque sus risas, su energía, su cuerpo parezca de menos años.
Durante un taller de cerámica, Claudio enseña a trabajar el ña´u a una niña. Foto: Gentileza
p>Yvy Ya´u y el departamento de Concepción son considerados por las autoridades como zona del autodenominado EPP (Paraguayo del Pueblo) y el otro grupo denominado ACA (Agrupación Campesina Armada). Numerosas intervenciones militares y policiales se han hecho en la zona en busca de los delincuentes. Yvy Ya´u fue el lugar elegido para la liberación de Arlan Fick por parte de sus secuestradores. En ese contexto, los docentes, pese a seguir con la malla curricular del Ministerio de Educación, muchas veces deben abordar con los niños y las niñas lo que escuchan de su comunidad en los medios de comunicación.
La escuela es un lugar dónde no se pueden evitar hablar de ciertas cosas. Hace poco, un vecino de Sapukai, fue sindicado como miembro del ACA y muerto en manos de la policía. Los niños y las niñas de la comunidad preguntan siempre en la escuela. Claudio trabaja el arte, la cerámica, el ña´u y la alegría, pero como docente a veces debe responder a las preguntas de los niños y las niñas. A veces, sólo con un silencio.
-¿Cuántos kilómetros debés recorrer para llegar a tu lugar de trabajo?
-Una de las escuelas donde asisto queda a 30 kilómetros. Es decir 60 ómetros ida y vuelta. Anteriormente tenía otras escuelas, pero más lejos y se me dificultaba llegar. Por lo que había decidido renunciar.
-¿Cuáles son las principales dificultades que encontrás como docente en el interior?
-Las dificultades son muchas, desde los materiales y recursos. Pero para el rubro que trabajo yo, la naturaleza provee. Las distancias, yo me tengo que calcular el transporte como un gasto no previsto en el salario. Es una de las dificultades de todos los docentes del interior.
-¿Cuáles son las «ventajas»- por decirlo de alguna manera- de ser docente en el interior?
-Es que la creatividad de los niños, las niñas y adolescentes está inspirada en la naturaleza y las ideas no está tan contaminadas como sí se da en la ciudad.
Claudio Martínez durante una clase en una escuela rural. Foto: Gentileza
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-Muchos de los que venimos del interior, nos formamos y nos quedamos en la ciudad. No fue tu caso. ¿Cómo fue tu experiencia a la hora de volver a la comunidad?
-Fue un proceso. Yo quería venir y nunca me animaba a venir. Siempre me sentí exigido a ir a la ciudad para estudiar, quizá porque es la idea que nos «venden» de que para “progresar” tenés que irte a la ciudad, para conquistar la fama o el éxito, el artista tiene que estar en el ruido, en la movida. Volver a mi comunidad fue un reencontrarme con mis raíces. Hoy creo en lo que hago más que nunca, creo en construir Arte.
-¿Cuando se habla de Yvy Ya´ú, muchos relacionan con conflictos. ¿cómo es vivir en una zona de conflicto?
-Si uno no está metido en nada raro, se vive tranquilo. Tal vez por mi actividad de docente y artista es que tengo la tranquilidad de vivir sin miedo.
-Cuando liberaron a Arlan en la zona y surgen temas de presencia militar, etc. ¿Son temas que se hablan en los espacios escolares?
-Algunos niños en los juegos de pronto aparecen con juegos de policías y EPP. Entonces, de pronto se escucha a algún niño decir “Viva el EPP”. Alguna que otra vez estos juegos nos obligó como docente a hablar del tema y plantear una educación que promueva la paz desde las más simples cosas, como un juego de niños.
-El tema de la sojización de las comunidades: ¿Llega como problemática en la escuela o el colegio?
-En nuestra zona aún no ha llegado este problema. Lo que sí hay es una depredación de los bosques.
-¿Creés que los docentes son agentes de cambio en una comunidad del interior?
-Evidentemente que somos agentes de cambios, desde el momento en que pensamos, creamos, construimos, conversamos con los niños, niñas y adolescentes, con los padres sobre la realidad de la comunidad.
Texto publicado originalmente en Paraguay.com el 3O de abril de 2015