El barrio de algunos terroristas en Bélgica

25.11.2015

En Pucheronews seguimos con atención los ataques sufridos en Europa en las últimas semanas y sus consecuencias geopolíticas (por no decir bélicas) a nivel mundial. Para entender estos conflictos no se puede dejar de observar la situación migratoria y los movimientos de refugiados, así como los vaivenes económicos del «Viejo Continente». 

Bélgica es un país del que poco se sabe en estas latitudes. Sin embargo, su nombre ha resonado en las noticias en conexión con los atentados terroristas en París. En pleno centro de este pequeño y tranquilo país noreuropeo hay una mancha oscura llamada Molenbeek: el municipio árabe de la región de Bruselas-Capital.

Para tener algo de información sobre este lugar hemos seleccionado algunas notas de medios extranjeros. El artículo a continuación es una traducción del original en francés, Comment Molenbeek est devenue ce quelle est del periodista François Janne Othée, publicado en Le Vif /L’express el lunes 16 de noviembre de 2015 luego del atentado terrorista en París el viernes 13.

 

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Molenbeek es un municipio en la región de Bruselas-Capital que ha sufrido la fuerte desindustrialización en la década del ’70 y hoy es descrito como una puerta giratoria del yihadismo en Europa.

Molenbeek significa literalmente “molino del arroyo”. En el siglo XIX, era un lugar de peregrinación dedicada a San Juan Bautista y poblado por menos de 2.000 almas. Hoy cuenta con 97.000 habitantes en menos de 6 kilometros cuadrados que lo convierten en el segundo municipio más poblado de la Región de Bruselas después de Saint-Josse. Su población ha incrementado en 25.000 unidades en los últimos quince años.

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p>Molenbeek. Foto: Google Images/p>

p>Molenbeek ha experimentado varias olas migratorias en el siglo XX: los italianos, los españoles, los portugueses, seguidos en la década de 1970 por los marroquíes y los turcos. «Hasta después de la Segunda Guerra Mundial, Bruselas era un centro de actividad industrial, incluso más importante que la de Gante o Lieja. Este hecho llevó a un gran número de trabajadores migrantes a la capital explica el historiador Roel Jacobs. El municipio de Molenbeek fue llamado incluso la “pequeña Manchester” por sus dos grandes fábricas de estructuras metálicas ubicadas allí desde el siglo XIX. Una fue dedicada a los equipos de los ferrocarriles, que estaban en pleno auge en ese momento. También el canal Charleroi ha contribuido en gran medida al desarrollo económico del municipio.

Bruselas fue desindustrializándose para convertirse en una ciudad donde el sector de servicios tomó cada vez más importancia; en particular desde la creación de la Comunidad Económica Europea (CEE) en 1958. «De hecho, los italianos y los españoles llegaron en el mejor momento y fueron capaces de hacerse ricos antes de trasladarse a otros distritos”, dice el historiador Yanik Van Praag. “En cambio, los marroquíes desembarcaron en el momento de la crisis del petróleo, cuando las fábricas comenzaron a cerrarse y el desempleo masivo aumentaba. Como eran trabajadores no calificados, se quedaron atrapados en sus vecindarios. No podían beneficiarse de la escala social.»

Estación de tren Bruselas Central. Foto: @communal_spoon en Instagram

p>»Los primeros inmigrantes del norte de África fueron hombres solteros, que tenían la idea de volver a casa algún día”, comenta Roel Jacobs. “Los inmigrantes se instalaron en lugares viejos que podían pagar. Después trajeron a sus familias; por lo tanto, el modelo tradicional de estas culturas siempre fue muy fuertes en el municipio.” Porque muchos miembros de la familia no hablaban francés, especialmente las madres.

Los primeros signos de radicalismo islámico en Molenbeek aparecen en la década del ’90, que marcan la llegada de la edad adulta de una nueva generación sin oportunidades. Para Yanik Van Praag es más la tercera generación, que hoy tiene entre 14 y 20 años, la que tiene una identidad quebrada. «Cuando hablamos con los trabajadores marroquíes de la primera generación, el Islam no tenía una relevancia tan fuerte, se podía tomar una cerveza con algunos de ellos, compartir.»

Contrariamente a la creencia popular, Molenbeek no es uniforme: «Incluso está drásticamente dividida en dos», dice Yanik Van Praag. Por un lado, los antiguos barrios industriales entre el canal y la estación de ferrocarril del oeste que tienen una población de origen inmigrante duramente golpeada por el desempleo y que vive hacinados. Por otro lado, las zonas residenciales menos marcadas por la inmigración y con menos densidad demográfica y con más espacios verdes. Los resultados electorales entre el Partido Socialista (izquierda) y Movimiento Reformador (derecha) reflejan también esta separación.

 

Traducción del francés por Charles Vanetzian

 

Leé también La conexión belga del atentado a París: Molenbeek otra vez

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