17.03.2016
Por Gert De Saedeleer
Se cumplen veinticuatro años del atentado a la Embajada de Israel, y ningún culpable. Para conmemorar a las víctimas de este ataque, publicamos una especial sobre la embajada: un entrevista exclusiva con el ex juez Dr Brisordi, secretario penal a cargo de la investigación en aquel momento, y la segunda parte de una entrevista al periodista Horacio Lutzky, realizada en enero de este año.
Lutzky es autor junto a Miriam Lewin de “Iosi, el espía arrepentido”. El libro ofrece una lectura vertiginosa del relato de Iosi, un agente de inteligencia de la Policía Federal que se infiltró en la colectividad judía durante trece años (1985-1998). Sus revelaciones muestran de manera irrefutable la involucración y encubrimiento de la Policía Federal en los atentados de la Embajada de Israel en 1992 y de la AMIA en 1994. Con respecto al atentado a la embajada, Iosi nos cuenta un dato revelador: tres importantes funcionarios israelíes iban a participar de una reunión “ultra reservada” para dirigentes en la embajada la tarde del 17 de marzo. Iosi había pasado horario y lugar a su superior en la Federal. A último momento, la reunión se cambió a un apart hotel, dato crucial que no fue informado por Iosi a su superior. A las 14:47 explotó la bomba. En ese momento, un chico de la seguridad de la embajada volvía de comprar cigarrillos y el edificio se desmoronó delante de él. “No vio ninguna camioneta, lo que me hace dudar de que haya existido”, dice Iosi en el libro y se pregunta: “¿Dónde habían estado los nuestros, los policías que tenían que cuidar el lugar?”
En esta segunda parte de la entrevista, Horacio Lutzky nos da su visión sobre los posibles motivos del atentado a la Embajada de Israel.
– ¿Es una casualidad que el atentado se produjera el día que se esperaba una reunión secreta de tres funcionarios israelíes?
- Los jefes le piden a Iosi toda la inteligencia de movimientos, horarios etcétera, de la embajada. Él reporta día y hora de esta reunión a la que había sido invitado. Pero no informa que hay un cambio de planes a último momento. Entonces, se produce el ataque, evidentemente para voltear a esos tres funcionarios. Además, hubo zona liberada: seis policías no estaban en sus puestos. Estuve revisando los expedientes de la causa. Está claro que a los policías les dijeron que se fueran; dieron excusas infantiles sobre su ausencia. Se sabía que estos funcionarios iban a estar en la embajada. Claro, equivocadamente porque no tenían la información de inteligencia actualizada.
– ¿Por qué Israel no quiere investigar el atentado a la embajada?
- Hay varios motivos. Como en la AMIA, también en la embajada hay una pata siria -básicamente representada por el entorno de Monzer Al Kassar, algunos personajes ligados a la embajada siria y a la familia Yoma.
– ¿En los negocios de tráfico de armas estaban involucrados Al Kassar e Israel?
- El escándalo Irán-Contra tuvo como protagonistas centrales a oficiales norteamericanos y líderes israelíes, que fueron los que iniciaron los tratos. Después hubo personajes como Al Kassar que fueron parte de la triangulación. Estos vínculos siguieron hasta los ’90. De hecho, hay varios personajes e intermediarios iraníes y sirios que siguieron actuando en todos estos años: Al Kassar mismo y otros compradores iraníes de armas. Cuando se decidió mandar armas a los Balcanes, la parte que iba para Bosnia fue intermediada por militares argentinos y por financistas iraníes; Al Kassar fue gestor de los envíos. Esto lo comprobó el juez Garzón. Este grupo de gente no podía hacer olas porque el agua los iba a tapar. Cuando explotó la bomba se la tuvieron que callar; no podían revelar el nivel de secretos de todo tipo, tanto de informantes como traficantes. Y Al Kassar estuvo protegido hasta que cambió la política norteamericana y lo metieron preso.
Sirio e iraní. Hay muchas indicaciones que demuestran el enojo iraní también. Unos meses antes, de un día para el otro y por orden de Bush padre, Menem frena el embarque de material nuclear-ya cargado en el puerto de Campana. El estado islámico convoca al embajador argentino, se sabe que hubo amenazas. De hecho, yo recogí datos por otro lado de la desesperación iraní por conseguir ese tipo de provisiones para su desarrollo nuclear. O sea, los traicionados eran ambos: sirios e iraníes.
– Sin embargo, la cancelación de la embarcación en Campana fue a finales del ’91 y el atentado en marzo del ’92. ¿Se puede organizar un atentado de tal tamaño y sofisticación en cuatro meses? Los especialistas hablan de por lo menos seis…
- Debemos tomar en cuenta que acá tenían absolutamente infiltrados los servicios de inteligencia, migraciones, la aduana. Tenían a todos los personajes claves en los lugares adecuados. Por ejemplo, Yabran e Ibrahim al Ibrahim en Ezeiza. Mismo en la SIDE. Tenían muy allanado el camino; para mí, decir que en vez de seis meses fueron cuatro no me asombraría.
***
Veinticuatro años después del atentado no hay nadie preso. Israel nunca se presentó como querellante en la causa del atentado contra su propia embajada. La investigación a cargo de la Corte Suprema no avanza. Los familiares de víctimas y sobrevivientes siguen luchando por obtener justicia.
Hechos más relevantes durante la investigación:
17 de Marzo de 1992, 14:47 horas
Una bomba en la Embajada de Israel mata a más de una veintena de personas y causa más de 350 heridos. Al tratarse de una embajada, la Corte Suprema se encarga de la investigación según establece la Constitución Nacional.
Los peritos de la policía y de la gendarmería determinan que la voladura fue causada por un coche bomba Ford F-100 conducido por un suicida. Se cuentan 29 muertos. Como en la AMIA dos años más tarde, hay controversias sobre la existencia del supuesto coche bomba. Para la policía el explosivo utilizado es pentrita y TNT; para la gendarmería se utilizó el explosivo plástico exógeno(C4).
1996
A partir de un peritaje de tres expertos de la Academia Nacional de Ingeniería, la Corte informa que la explosión se habría producido dentro de la embajada.
1997
Mayo: Una audiencia a puertas cerradas no puede despejar las contradicciones de los peritajes.
Agosto: La causa fue encomendada al secretario de la Corte Esteban Canevari con una Secretaría especializada (Secretaría Judicial Nº3 en lo Penal de la Corte Suprema). Canevari sigue a cargo de la investigación.
1999
La Corte reduce la cantidad de fallecidos de 29 a 22 y toma como verídico que la explosión fuera causada por un coche bomba F-100 cargado con penetrita y TNT. Se atribuye el atentado al grupo terrorista Jihad Islámica -brazo armado de Hezbollah- a partir de una supuesta reivindicación del grupo en un diario libanés. Con esta ‘prueba’, la Corte pide la captura internacional de Imad Mughniyah, líder de las operaciones de Hezbollah.
2002
Empieza el juicio político contra la Corte Suprema menemista por no investigar el atentado a la Embajada de Israel.
2006
La Corte, ya presidida por Ricardo Lorenzetti, dicta seguir investigando a partir de un pedido de familiares de víctimas para que la causa se declare de lesa humanidad.
2008
Israel mata con un coche bomba en Damasco (Siria) al único imputado, Mughniyah.
2010
El entonces embajador israelí, Daniel Gazit, dice que Israel ya mató a los sospechosos del atentado.
2015
Marzo: La presidenta Cristina Fernández de Kirchner en su discurso de apertura del Congreso acusa a la Corte de no avanzar en la investigación por el atentado a la Embajada de Israel. El presidente del tribunal, Dr. Lorenzetti, provoca asombro al declarar que la causa es “una cosa juzgada”, en contradicción con los fallos anteriores de la propia Corte para seguir investigando. Unos días más tarde, se rectifican los dichos de Lorenzetti a través de un informe del Centro de Información Judicial con el estado actual de la causa.
Octubre: A partir de una breve nota de la embajada de Israel, la Corte pide la captura internacional del libanés Hussein Ibrahim Suleiman y reitera la captura de otro libanés: José Salman El Reda Reda. (Curiosamente José Salman El Reda Reda no figura en la lista con alertas rojas de Interpol; pero sí su hermano Samuel por el atentado a la AMIA.)
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