14.04.2016
Por Luis Vivori
Si algún desprevenido pensaba que la relación entre Tim Burton (Burbank, California; 25 de agosto de 1958) y Helena Bonham-Carter (Londres, 26 de mayo de 1966) iba a ser una clásica historia de amor, se equivocó. Como ejemplo para demostrar que la pareja fue de todo menos convencional, vale citar que vivieron hasta su separación en residencias pegadas una a la otra y unidas por un pasillo. Lo que en otros miembros de una relación podría considerarse la simple búsqueda de preservar un espacio propio, en Burton y Bonham-Carter no fue más que una muestra de estilo, lógica para los protagonistas en cuestión. Si algo ha distinguido a ambos artistas fue vivir bajo sus propias reglas estéticas y conceptuales, las mismas que llevaron al cine, muy lejos del divismo y el glamour que caracteriza al planeta Hollywood.
Por esas cosas del destino, en este caso ingrato, director y actriz se conocieron en el proyecto menos interesante y logrado de todos en los que participaron como sociedad. Fue en 2001 en El Planeta de los Simios, una película que Burton dirigió por encargo y en la que se nota su poco entusiasmo por el proyecto en cada uno de los fotogramas. Fue la primera de siete experiencias compartidas para la que, al terminar el film, se transformó en relación de a dos, de amor, de familia y de cine. Aunque nunca pasaron ni por un altar ni por un registro civil.
Si la primera fue una experiencia poco feliz para la pareja en términos artísticos, la segunda, por el contrario, fue pletórica. El Gran Pez (2003) puede considerarse, sin ser exagerados, la obra cumbre del realizador. Sin perder ni un gramo de su imponente y personal estilo visual, con apuntes barrocos y por momentos lúgubres, clásicos en Burton, El Gran Pez toca un cielo al que podríamos llamar madurez. Tal vez ayude la historia elegida, la relación padre e hijo que consigue conectar recién cuando van llegando los últimos días del progenitor. Emotiva y visceral, El Gran Pez tiene en Helena a la bruja Jenny, uno de los papeles secundarios más logrados de todo el film.
Tim Burton y Helena Bonham-Carter. Foto: Google Images
Dos años después con Charlie y la Fábrica de Chocolates, Burton retoma la senda de buena parte de su filmografía: el cine para los más pequeños. Repite la búsqueda de las audiencias infantiles con El cuerpo de la Novia en el mismo año. La primera, una remake del film de 1971 sobre el libro de Roald Dahl. La segunda, su primera experiencia en el cine de animación. En ambos casos con excelentes resultados. Películas que combinan la fuerza visual de todos sus proyectos más personales, con la saludable intención de contar historias que pueden atrapar a los chicos, promoviendo su ingenio e imaginación.
En 2007, la pareja encara un proyecto ambicioso e inédito para la carrera de ambos: un musical. Basados en el clásico musical de Stephen Sondheim, rey del género, Burton lleva a la pantalla El barbero de la calle Fleet: la historia del barbero Benjamin Barker, un hombre encarcelado injustamente durante quince años que regresa a Londres buscando venganza. Helena se luce en esta ocasión con su Sra. Nellie Lovett, la socia y compinche de Benjamin, primer papel de co-protagonista en una película de Tim. La película es toda una curiosidad en la filmografía de Burton y Bonham Carter, pero no resulta azaroso que no hayan vuelto a incursionar en este tipo de registro hasta la fecha. Tal vez los diálogos cantados, propios del género, no sea el terreno más fértil para desarrollar el talento narrativo del realizador americano.
Tres años después retomaron la mejor de las sendas con Alicia en el País de las Maravillas. Adaptación de la novela infantil de Lewis Carroll y hecha en 3D – debut de Burton con esa técnica, cuenta con un elenco estupendo encabezado por la joven Mia Wasikowska, Johnny Deep, su mujer Helena (como la reina de corazones) y Anne Hathaway, entre otros.
Una escena de «Alicia en el país de las maravillas» de Burton, con Helena Bonham-Carter. Foto: Google Images
Como en todos sus proyectos dirigidos hacia los niños, Burton combina situaciones propias del mundo infantil con guiños evidentes para todas las audiencias. El film respeta la historia original, pero le incorpora formas y colores nunca vistos para un clásico tan reconocido mundialmente -auqnue con menos presencia en soporte audiovisual. Todos los personajes lucen vitales e inolvidables. Una obra en estado puro.
La última incursión de la pareja como socios en el cine fue con Sombras tenebrosas, comedia de terror del estilo de Los Locos Adams, inspirada en una serie del mismo nombre. Historia de amor protagonizada por vampiros, brujas y fantasmas. Sombras tenebrosas genera una mirada cómplice y divertida a los clichés del género. Helena encarna a la Dra. Julia Hoffman, psicóloga, papel que secunda a los protagónicos de Jhonny Depp, Michelle Pfeiffer y Eva Green.
En 2015 la pareja decidió finalizar la relación. Al menos por ahora, si los rumores de reconciliación son ciertos. Tim no ha hecho declaraciones al respecto. Helena, por su parte y en tono misterioso, como cada uno de los films de su ex compañero de ruta, sugirió que “podría escribir una tesis sobre todo lo que sucedió. Es todo tan absorbente cuando una relación se termina. Estamos atravesando aun la ruptura, pero pienso que tenemos algo muy precioso aun. Nuestra relación fue siempre algo especial”. Especial, seguramente, como sus dos hijos, Billy Ray de 12 años y Nell de 7. O como la magia que desparramaron en cada uno de los proyectos compartidos. ¿Y quizás en los que vendrán?
Trailer de la último film de Burton y Bonham-Carter: Sombras tenebrosas
Películas compartidas
The Planet of Apes (El Planeta de los Simios), 2001
Big Fish (Gran Pez), 2003
Charlie and the Chocolate Factory (Charlie y la Fábrica de Chocolates), 2005
Corpse Bride (El cuerpo de la Novia), 2005
Sweeney Todd (El barbero de la calle Fleet), 2007
Alice in Wonderland (Alicia en el País de las Maravillas), 2010
Dark Shadows (Sombras tenebrosas), 2012
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