En nuestra pequeña región de por acá

22.09.2016

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Entrar en el Malba y encontrarse con el trabajo de Voluspa Jarpa es confrontarse con la pequeñez de uno frente a la enormidad de los hechos históricos. La exposición “En nuestra pequeña región de por acá” se basa en una investigación sobre 14 países latinoamericanos, desde el 1947 hasta el 1994, a partir de archivos desclasificados por distintas agencias de inteligencias de Estados Unidos.

Pucheronews entrevistó en exclusiva  ala artista chilena que transforma archivos desclasificados en obra de arte.

 

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La muestra empieza con copias de documentos tachados, marcados por membretes y sigilos “Top Secret”, que cuelgan del techo del hall del museo como si fueran cortinas, o lluvia. La cantidad es abrumadora, y lo que está a la vista es una mínima parte de lo que Jarpa estudió y revisó en los últimos 15 años.

“No fue consciente,” dice la artista chilena a Pucheronews durante una visita a Buenos Aires. “Pero creo que el espacio está ordenado para sentir la sensación de la monumentalidad de esa información y por lo tanto de alguna manera lo inabarcable que esa información es de un punto de vista individual.”

Jarpa nació en Chile en 1971, pero vivió su infancia entre Paraguay y Brasil, con muchos viajes a través de Argentina también. No fueron exiliados, ni víctimas directas de la dictadura, sino que su padre, que era ingeniero, se quedó sin trabajo en Chile a consecuencia de las políticas económicas de Augusto Pinochet que eliminaron las industrias regionales. “Mi infancia esta plagada por esas imágenes de esas dictaduras del Cono Sur que tenían distintos códigos. Como no éramos perseguidos políticos, nosotros pasamos de una dictadura a otra. Creo que esas dictaduras son parte de mi paisaje poético infantil,” dice la artista.

 

La exposición sigue con un recorrido conceptual que incluye retratos, pintados en bronce y a mano, de 47 autoridades latinoamericanas, entre ellas Salvador Allende, que fueron víctimas de las dictaduras. También hay una sala de archivo, dónde el público puede revisar una parte del material de investigación de la obra, que está divido en carpeta según el país. La exposición termina con Translation Lessons, un video que propone una reflexión sobre el inglés como idioma hegemónico.

Voluspa Jarpa. Foto: Cortesía Malba

“En muchos países latinoamericanos para poder saber qué pasó tenemos que estudiar unos archivos que están escritos en otro idioma. Esto ya construye una barrera para esa información. Y por otro lado, aparece también la tensión en el video, en esa idea de aprender inglés a través de ese material y no a través de otro material didáctico.”

 

 – El arranque de la exposición hace ilusión a la obra del minimalismo norteamericano, en particular a las cajas de Donald Judd. ¿Por qué?

 – La información de los archivos interviene y modifica obras claves como las cajas. La metáfora que yo establezco con este choque de contexto y forma es que esa es mi concepción del arte. Yo considero que el arte tiene una función en la sociedad, tiene una capacidad de hacer visible y asimilable cosas que para la sociedad son muy difíciles de elaborar porque el artista inventa lenguaje nuevo. Y por lo tanto yo como artista considero que el artista no solo produce un objeto sino que produce una opinión, produce un punto de vista, una discusión, incluso un roce con su sociedad. Esa concepción es diametralmente distinta a como el minimalismo concibe el autor.

 

– No es la primera vez que exhibís material relacionado a los archivos desclasificados. ¿Cómo ha ido evolucionando la exposición?

 – No se parece nada a las anteriores, que eran más bien un boceto de la obra. Yo lo concibo como una obra que es un work in progress. Nosotros seguimos recibiendo archivos, hay carpetas que están incompletas, así como hay carpetas con exceso de información que hemos tenido que sacar. No la concibo como una exposición cerrada. Cuando aparezcan todos los nuevos documentos desclasificados que Obama prometió a la Argentina, lo más probable es que yo estudie esos archivos, y eso va a afectar directamente la obra.

«En nuestra pequeña región de por acá». Foto: Cortesía Malba

– ¿De dónde nace la idea de utilizar estos documentos desclasificados?

– Para mí es muy intolerable el secreto. La idea del secreto es algo que me produce rabia. Por lo tanto mucho de este trabajo está, en distintos periodos, sostenido por la emoción de la rabia. Además la presencia de muchas versiones de un hecho concreto me produce una confusión y una angustia terrible. La idea que no pueda establecerse cuál es el hecho concreto, la verdad de los hechos, como plataforma básica, qué pasó, cómo pasó, quién fue, esa es otra pulsión que me tiene involucrada con este trabajo. Y la tristeza también es un elemento que ha estado muy presente en estos 15 anos. Esta información es traumática. Hay un lado tuyo que no quiere conocer la información, porque hay un lado tuyo que tiene una historia, que es la que te enseñaron, y este material de repente pone en duda toda esa historia.

 

– Al mismo tiempo también tiene un aspecto positivo. La gente puede interactuar con la información, puede revisar el material, aprender sobre su historia.

– Yo tengo un hijo y creo profundamente en el futuro. Creo que el otro punto es poder allanarle el camino a las generaciones futuras, que tengan una plataforma más despejada que por ejemplo la que yo tuve. Y eso es por ejemplo un elemento esperanzador. Para nosotros es una revisión que produce un choque, un trauma, y que como lo miramos, y se produce una resistencia psicológica muy grande. Pero también es despejar un relato que posibilite un futuro distinto al futuro de las generaciones que hemos vivido la guerra fría, donde el secreto estaba normalizado. Y cuando el silencio está normalizado, muchas de las violencias que se producen por ese secreto también están normalizadas. Como cuarto elemento que me movió a examinar esos documentos diría que es ese optimismo de las generaciones que vienen.

 

“En nuestra pequeña región de por acá”

Hasta el 3 de octubre

Malba, Av. Figueroa Alcorta 3415

 

HORARIOS

Jueves a lunes: 12:00 a 20:00.
Miércoles: 12:00 a 21:00.
Martes: cerrado.
Feriados: museo abierto de 12 a 20

 

ENTRADAS
General: $100.
Estudiantes, docentes y jubilados acreditados: $50.
Menores de 5 años: sin cargo.
Personas con discapacidad: sin cargo.

 

Miércoles

General: $50.
Estudiantes, docentes y jubilados
con acreditación: sin cargo
Personas con discapacidad: sin cargo.

 

Fotos: cortesía Malba

 

Leé en nuestra sección Zoom: Juicio al Cóndor

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