Una mirada no machista sobre las tetas

19.02.2017

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En una realidad en la que matan una mujer por día, resulta imperioso interpelarnos cotidianamente sobre los micro-machismos. Gonzalo García es  fotógrafo y cubrió el #Tetazo.  Su mirada fue más allá de lo periodístico: le pasaron cosas, fue interpelado por ese acto político de mostrar los senos. Con sus fotos, una crónica del evento y citas poéticas de grandes mujeres latinoamericanas actualiza esa interpelación y busca sacudir a lxs lectores, sobre todo a los varones. Una mirada de hombre no machista sobre la libertad de las tetas.

 

«Sí, son tetas, lo más natural que hay», le digo al periodista de Crónica que me está entrevistando. Intento defender que el pezón de una mujer es igual al pezón de un hombre, y por tanto están en todo su derecho a estar en tetas en pleno Obelisco. Son las palabras que me salen en el momento, en plena cobertura.

Ahora estoy sentado frente a la computadora, tranquilo. Pienso. Me doy cuenta que no se trata de mostrar o no una teta, que la convocatoria no apunta a que las mujeres puedan salir por la calle sin remera, o que no las vaya a buscar la policía a la playa en caso de que decidan tomar sol sin la parte superior de la bikini. Pero esto es lo que debería haber dicho realmente:

Están pidiendo igualdad, nada más, y nada menos.No puedo ponerme jamás en sus zapatos, solamente me puedo solidarizar con ellas. ¿Por qué no me puedo poner en su posición? Porque nací con dos huevos y un pene colgando entre mis piernas, y eso hace que la sociedad me trate de manera distinta, me dé privilegios. Haber nacido con pene hace que a mí no me rocen en el Roca, que no me apoyen una pija parada, que no me miren mientras se hacen una paja mental, que no me secuestren para meterme en una red de trata, que me paguen más que a otra persona que hace exactamente mi mismo trabajo. A mí no me busca la policía si muestro mis pezones en público, y nadie me cosifica si estoy sin remera. Nadie me grita cosas en la calle, nadie me dice «te cojo toda, mamita». Nadie me dice, ni me hace creer, que soy el sexo débil. Mi pareja no me caga a golpes, ni me prende fuego, y si voy a la justicia a mí sí me escuchan y me dan la razón. Si uso un short nadie me toca el culo y después me dicen que la culpa la tengo yo por andar mostrando. A mí nadie me quiere violar, y camino todos los días en la calle sin ese miedo rondándome, y vuelvo a casa tarde, por la noche, sin que mis amigos después me manden un mensaje para ver si llegué bien o me pasó algo.

Jamás vamos a entenderlas porque nunca sufrimos como sufren ellas desde que el mundo es mundo. Pero sí podemos solidarizarnos, sí podemos ponerle el pecho a las balas (con o sin glándulas mamarias desarrolladas), pararnos al lado de ellas y gritar bien fuerte para pedir que la sociedad las trate igual que a nosotros, no sólo porque lo dice la constitución, sino porque debería ser sentido común. Porque creo que en el siglo XXI te tiene que doler que ellas sufran solamente por la diferencia de un cromosoma.

 

Pero si sos de los que no se sienten solidarios, y piensan que todo es problema de ellas. Si pensás que son unas putas por andar en tetas, o usar pollera, por sentirse bien con sus cuerpos. Si sos uno de los que una feminista llamaría «cavernícola» (aunque dejame decirte que es muy probable que esas sociedades fuesen matriarcales, con una igualdad de género considerada normal, porque natural siempre lo fue), si sos uno de esos, si sos un egoísta, ponete a pensar cómo te vas a sentir cuando por no usar tu voz hoy junto con la de ellas, mañana a tu hija la maten empalada simplemente porque un chabón se calentó, o a tu mujer la degraden en el laburo porque el grupo de gerentes es un club de hombres, o a tu tía la prenda fuego la pareja solamente porque el hijo de puta estaba borracho y piensa que las mujeres son cosas. Pensá dónde estarías vos si a tu vieja la hubiesen raptado para meterla en un tugurio y la violacen todos los días por unos pesos.

Sentate, ponete cómodo, y pensá 5 minutos en lo que te acabo de decir y cómo te puede afectar que la sociedad siga tratando así al género femenino.

Y si hoy te estoy hablando a vos, compañero hombre, es porque ellas no necesitan pensar, ellas lo viven todos los días, y ya están cansadas que no las escuchemos. Esto no se trata de mostrar las tetas, se trata de igualdad y dignidad.

Pensalo.

 

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#Tetazo


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