Encuentro Nacional de Mujeres en Resistencia

14.10.2017

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Bajo el lema “El Encuentro somos todas” o su variante en qom “Naponaxtac enauac qomi”, se lleva a cabo el 32° Encuentro Nacional de Mujeres en Chaco, Resistencia.  Miles de mujeres compartirán tres días con sus pares en un clima de debate, compañerismo y lucha. Es un fenómeno único en el mundo, del cual las argentinas son pioneras.

 

Durante los próximos tres días,14, 15 y 16 de octubre, se esperan más de 50 mil visitantes mujeres en la ciudad de Resistencia. Las actividades centrales serán los múltiples talleres, 71 para ser exacta, que abordan distintas temáticas: violencia de género, problemática de drogas, activismo gordx, identidad de género y LGBT, pueblos originarios, maternidad, aborto, prostitución y otras dentro de la Universidad Nacional del Nordeste. Allí se generan debates en presencia de secretarias que anotan ideas y conclusiones, que al finalizar el encuentro son compartidas. En los talleres, “de eso no se habla” es mala palabra porque el objetivo es dar cuenta de que no estamos solas. A su vez, se ofrecen otro tipo de actividades culturales como documentales, recitales y radios abiertas.

El domingo será protagonista la infaltable marcha del Encuentro, signada por los múltiples reclamos como aborto legal, Ni Una Menos, la aparición de Maira y justicia por Ayelén -ambas chaqueñas-. En esta oportunidad la recorrida de Resistencia se hará desde la Universidad Nacional del Nordeste hasta el Parque de la Democracia, seguida por una peña. El 16 se llevará adelante el acto de cierre donde se elegirá la sede el próximo encuentro y se pondrán en común las conclusiones de los debates que se llevaran a cabo durante los talleres.

 

Un poco de historia

El primer Encuentro fue en el 86, un año después de que un grupo de mujeres participara de la Clausura de la Década de la Mujer en Kenia. Entonces, se autoconvocaron para tratar la problemática de las mujeres en nuestro país, caracterizada por las crudas desigualdades que vivimos día a día y son sostenidas desde la sociedad, la Iglesia y el propio Estado. En aquel primer encuentro participaron aproximadamente 1000 mujeres entre las que estaba Nora Cortiñas, una de las Madres de Plaza de Mayo Línea FUndadora. En el 2016 muchos medios hablaron de una cifra de 70.000.

Sus características particulares de persistencia y forma de convocación hacen que el Encuentro sea único en su tipo a nivel mundial, junto con el de Ni Una Menos conforman dos fenómenos en los que las argentinas generan espacios de vanguardia para poner la igualdad de género sobre la mesa.


El Encuentro es de todas, el cuidado y la seguridad también

Después de dos encuentros signados por la violencia institucional y ninguna investigación de los hechos, sumado a otras movilizaciones recientes que terminaron en represión como el Paro Internacional de Mujeres, la seguridad y el cuidado no pueden tomarse a la ligera. Por esta razón, la misma Comisión Organizadora -la cual pidió evitar pintadas para prevenir cualquier tipo de respuesta violenta- junto a muchas de las agrupaciones y asistentes han difundido distintas medidas de precaución a través de un video. Entre las recomendaciones se encuentran:

  • llevar DNI
  • manejarse en grupo
  • no salir de la columna de la marcha
  • teléfonos celulares con batería y crédito
  • ropa cómoda, entre otras.

Queda claro, frente a un Estado ausente o, aún peor, represivo, el cuidado debe ser entre nosotras. Desde el Gobierno Provincial, bajo el mandato de Peppo, se ha comunicado de manera oficial la intención de que sea una jornada donde pueda llevarse a cabo la libertad de expresión. Su ministro de Seguridad Nievas, en reunión con la Comisión Organizadora del Encuentro, expresó: “El Gobierno trabaja en los diversos aspectos para garantizar al Encuentro Nacional de Mujeres la libertad de expresión y la libre participación de todas las estudiantes, profesionales, empresarias, amas de casa, integrantes de organizaciones sociales, mujeres rurales y de pueblos originarios” e incluso el Encuentro fue  declarado de interés provincial por el Poder Ejecutivo a través del decreto N°520/17. Discurso y acción no siempre coinciden, es por eso que las fuerzas de seguridad generan dudas. Magdalena Corvalán, integrante del Ni Una Menos de Chaco, expresó hace unos meses en una entrevista su preocupación acerca del accionar policial en su provincia y denunció situaciones de injusticia.

 

Sobre motivaciones, experiencias y expectativas

Athiana tiene 20 años, estudia derecho y trabaja. En entrevista con PucheroNews dijo: “Quiero ser parte de algo que está movilizando a las mujeres en conjunto y con un propósito que es la igualdad, la libertad y bajar el patriarcado que tanto mal nos hace. El mostrarle a la gente que somos muchas, que no nos callamos más y que estamos organizadas”. Asiste a su primer Encuentro con su mejor amiga y espera volver con mucha información, compañeras y más fuerza para seguir luchando. Espera también poder contarle a amigas o familiares su experiencia para que se sumen, y que en cada encuentro seamos más.

Daniela, madre y trabajadora de 33 años también es primeriza en el Encuentro. Su militancia se ve plasmada en sus respuestas: y expresa “Tenemos que estar todas para que la visualización de nuestros reclamo y organización sean cada año más impactantes”. Agregó que este tipo de movimientos incomodan al Gobierno nacional y a sus políticas. Viaja con una organización pero no conoce a ningunx, desea continuar su camino de deconstrucción y poder ir dando las pequeñas batallas diarias con mayores y mejores herramientas. «Deseo encontrarme con una fiesta de mujeres vivas y empoderadas.”

Por último, pero no menos importante, está Vir de 20 años. Actriz, estudiante y profesora de teatro que va a participar de su segundo Encuentro, preocupada por el accionar de las fuerzas de seguridad estatales. El primero encuentro al que asistió fue el de Mar del Plata con dos amigas con la idea de compartir historias y espacios, nutrirse de información, construir colectivamente y  reclamar lo que nos corresponde como seres humanos según dijo en la entrevista con este medio. El Encuentro fue un antes y un después en su vida: “En los talleres conocimos mujeres con historias que no te imaginás posibles ni en las peores pesadillas, y estaban ahí, firmes, en lucha, con nosotras. La marcha me la pasé con la piel de gallina, de la cantidad de gente. La represión de la policía federal en la catedral, la cacería de mujeres que hubo después, de la que ningún medio habló. Ver caer compañeras desmayadas y levantarlas de a cuatro porque no podían pararse. Compañeras con lxs bebxs a upa dejando el cochecito tirado para poder correr. Llorar y el abrazo colectivo. El encuentro despierta muchas cosas, pero sobre todo los vínculos sororos.”

El Encuentro es de todas, y para todas, incluso para las que no se sienten representadas. Estos Encuentros marcan la agenda, más aún en año electoral, y son el punto de partida de proyectos de ley que luchan por una sociedad igualitaria y el reconocimiento de derechos humanos. Generar un espacio de debate no es solo político y altamente democrático, sino que es el medio para reconocernos, y exigir ser reconocidas, como sujetas de derecho.

 

Gracias a Kuka Feminista por la cortesía de sus ilustraciones

 

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