08.08.2015
Sí, el próximo 9 de agosto es otro domingo electoral.
Abrumada todavía por mis ganas de no votar, mi conciencia cívica remordiendo y el exceso de cantidad de veces que debemos sufragar en este 2015, escribo. Escribo acaso a modo de continuación de aquel primer artículo con motivo de las elecciones porteñas.
Ya fue lo cool de hablar sobre qué y cómo impugnar porque ahora volvemos a la vieja papeleta querida. La molestia por la falta de privacidad del nuevo sistema electrónico es inexistente porque al menos habrá biombito. La discusión sobre el voto estratégico sigue en pie claro, aunque recién son las PASO. Además, la proliferación de posibilidades -incluso dentro de los mismos partidos- resulta abrumadora en ocasiones.
Como en la ruleta, se puede votar al color -toda la lista adentro; podemos seleccionar combinaciones de números y nombres a través del corte; irnos al mazo con el voto en blanco o anular con una feta de salame.
Hasta ahí el terreno es conocido. Pero yo me he adentrado en las arenas más surrealistas de este año electoral.
Hace poco me encontré con mi madre preocupada porque no sabía qué hacer el próximo domingo. Se había sentido identificada con mi artículo Hubiera preferido no votar –por supuesto, lo había leído- y quería conversar. Ante todo, estaba orgullosa por la moral civil que me había impartido y aunque, por tener 70 ella podría no ir a votar, prefería hacerlo. Antes de despedirnos, me comentó que estaba pensando votar a la izquierda, que le gustaba. Incluso pronunció la palabra ALTAMIRA.
Ahí nomás se me voló la chaveta y me di cuenta que la brújula estaba descompuesta. Debe ser culpa de los chinos y su Cabra de Madera.
Boleta del Partido Obrero. Foto: Pucheronews
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Grotesco
Como en una obra de Roberto Cossa, así me siento. El universo de los spot de campaña de los presidenciables han exacerbado esta distorsión.
Desde la Guerra de las Galaxias Obreras contra el Mal Peronista, a la florcita de Stolbizer y el “Sistas” -que es como se pronuncia en slang la palabra inglesa sisters (hermanas) y sería como el bro de los rappers… o algo por el estilo.
Sergio Massa se presenta como un “Terminator” contra el crimen en esa especia de tráiler de súper acción sobre el Centro de Operaciones Tigre. Al final, su voz en off y con eco resuena: “Voy a ser el que le declare la guerra a los delincuentes”. Massa Súper Héroe Bélico.
Digámoslo, con +A15 han creado un aparato difícil de humanizar. En mi zapping por el cierre de campañas del miércoles 5 de agoto, observé que el candidato tigrense cerraba la mano derecha, formando un puño, cada vez que hablaba. Un gesto que se notaba indicado, tal vez por el mismo asesor de ‘tragate las S’.
Al ver esta imagen en la tele, mi humor negro ganó: ¿estarían tratando de emular el brazo de plástico de Scioli para emocionar? El nivel de delirio en el que me he sumergido con los jingles, pósteres y comerciales de campaña no se detiene.
Afiche de campaña presidencial de Stolbizer. Foto: Google Images
p>Por la mañana escucho radio. Luego queda prendida bajita, mientras trabajo en la computadora. De pronto, un hombre me interpela:
-Victoria…
En automático y de inmediato, me imagino respondiendo ‘”No, soy…”. Después, entra Donda en mi cabeza. Pero es Scioli.
“Victoria de la Argentina…Victoria es construir a partir de lo construido… Scioli para la Victoria».
Entonces, vuelvo a pensar en Donda pero con Scioli, juntitos. Esa imagen bizarra me queda grabada y cada vez que escucho el spot radial viene a mi mente. Sí, ya sé, les da impresión!
Como los avisos de campaña suelen venir uno detrás del otro, se arman diálogos burlescos.
Afiche de De La Sota. Foto: María De Piero
p>Paso de la “Victoria de la Argentina” a De La Sota que amedrenta “nuestra Argentina está cerca del desborde y las víctimas pueden ser ustedes”. Pareciera que los candidatos viven en países distintos.
Sergio concuerda en cierto modo con el cordobés y condiciona “el próximo presidente resuelve la seguridad o no resuelve nada”. En la radio, el hombre justo para el cambio dice:
“La misma pena para el que roba, el que vende droga o el que mata”. O sea, todo a la misma bolsa. Mano dura y vigilancia panóptica son su promesa de futuro.
Las publicidades de Macri buscan evidentemente ganar al votante trabajador, ese sector electoral que le hace falta y que pone en riesgo su relación con la clase media.
Una cámara registro muestra de forma casual las visitas de Mauricio a familias humildes. Por ejemplo el controvertido spot de la nena, del que ya se ha hablado mucho. Sólo me gustaría agregar que el comercial pareciera editado por alguien no PRO.
Lo más llamativo es que la persona a cargo de la campaña lo haya aprobado! La publicidad comienza con el candidato diciendo que linda es la nena; se nota la incomodidad de todos los presentes durante la grabación, y el tartamudeo de Mauricio… Ni si lo hubiera hecho el enemigo, sería tan contraproducente.
O los spots de Scioli. Uno empieza con la voz del locutor sentenciando “Acá está el tipo al que le decían qué hacer, al que más de uno subestimaba”. En otro, el mismo Daniel declara que no llegó a donde está por carisma, ni por ser campeón del mundo, ni por suerte ni porque se lo regalaron…
Uno se preguntaría cómo y por qué está en la política entonces. Por lástima parece ser el mensaje construido entre ambos comerciales, sobre todo cuando el mismo Scioli afirma: “Llegué acá porque me caí”.
Juventud divino tesoro
Observo con alegría que hay caras nuevas en la política. Es importante que se renueve la cancha.
Está la candidata MAS joven a presidente con su look “Soledad” dirigiéndose sobre todo a las mujeres. Y la canción de John Lennon en versión argento-electoral que proclama “Vamos juntos con del Caño…”
Tanto en las nuevas generaciones de dirigentes como en los dinosaurios de siempre, el gran común denominador de las campañas es apelar a la juventud.
Manuela Castañeira, canidata a presidente del MAS. Foto: mas.org.ar
El uso de ritmos bailarines es lo que prevalece, con alguno ejemplos jugados como el spot de “Todos Los Domínguez”, el del intendente de Tres de Febrero, el himno futbolero de Massa y el rap de Altamira que me confirmó ser un pop star, como dijo una vez un amigo. Su poder de reinvención es chocante frente a lo demodé que quedaron los tres principales presidenciables: Scioli, Macri y Massa.
El jingle de Montaner para Scioli es un bajón total, de verdad. No voy a gastar ni media línea de mi divertido artículo en él.
En otro de los spots macristas, a Mauricio lo alegra que una señora piropee su baile: “Por fin alguien reconoce mi talento”. En cualquier momento lo tenemos en “Bailando por un Sueño”.
Massa… ¿qué decir de Massa? Tiene menos gracias que chupar clavo oxidado.
Macri, candidato a presidente, bailando en un festejo del PRO. Foto: Google Images
p>Unas líneas más arriba, decía que me agrada ver nuevas generaciones en la dirigencia y nuevas generaciones de votantes. Me da esperanza en medio de tanto desasosiego.
Ojalá ellas y ellos puedan re-armar el rompecabezas de la gran Argentina y más allá de las filiaciones políticas y de clase, nos muestren que “divide y reinaras” es demodé por no ser más sustentable en el contexto global del SXXI. Será el modelo nuevo andar juntos, ¿nosotros con los otros?
Mientras tanto nos queda el humor. Pero no el chabacano y picanero. Sino el humor que deja en evidencia las pantomimas del mercado para seguir vendiéndonos espejitos de colores.
El tema da para largo si incluimos los mensajes telefónicos, los SMS y los Whats App electorales. Quizás Pucheronews pueda hacer una saga sobre las estrategias comunicacionales de las campañas.
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