08.03.2016
Por Aníbal Villa Segura
En el 2016 la consigna Naciones Unidas para el Día Internacional de la Mujer es “Por un Planeta 50-50 en 2030: Demos el paso para la igualdad de género”.
Las Naciones Unidas establecieron en 1977 el 8 de Marzo como el Día de la Mujer ya que ese día en 1857 fue la primera movilización con represión feroz de las trabajadoras textiles , en Nueva York, que se reprodujo en 1908 bajo la consigna “Pan y Rosas”. Luego, vino más de un siglo de crueldad.
Breve contexto histórico
En el año 411 AC, se estrenó Lisistrata comedia de Aristófanes donde se escenifica el tema de la huelga sexual, o huelga de piernas cruzadas, o huelga de conchas, con la intención de parar la guerra entre hombres. Parece que se recurrió mucho a esta privación contestataria de la genitalidad y ya, cerca de nuestro tiempo y por las mismas razones o parecidas las mujeres se rebelan en Liberia, Colombia, Kenia, Turquía, Bélgica, Filipinas, Togo y México donde se publicitaba en las calles la huelga del Cuchi-Cuchi.
Su primer acierto fue Maradona.
- Yes, yes.
Después de un silencio, también dijo: ¡Evita!
Esa no me la esperaba. Maradona y Evita o, como terminó después, Evita y Maradona. Kurt, flojo en geografía pero nada estúpido, sabía quienes eran. Llegamos a Berlín unidos, quizás fungidos, por Evita y Maradona.
Sería entonces una buena conjunción salir de la fijeza y pensar este día. Después de todo ¿por qué de la mujer, exclusivamente? Estoy pensando en el par, en la díada, en grandes espacios de solidaridad, en la no atribución sexuada, estoy pensando en Evita, en Maradona y el deseo -al estilo deleuziano donde deseo con otros y hacia otros. No se desea algo y nada más; asimismo, tampoco deseamos un conjunto, sino que deseamos en un conjunto. Esto es lo que el machismo no puede y mata…quizás para no matarse.
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