12.08.2015
Tinka es la única fábrica de bolitas de vidrio de América del Sur. Más conocidas como canicas, sólo hay otra fábrica que las produce en América Latina y está en México. A pesar de las distancias, en ambos lugares el secreto de esta pasión está bien conservado.
Uno de los fundadores y guardianes de esta sabiduría de hacer canicas es Victor Hugo Chiarlo «Tito», quien con Dominic Vrech en 1953 le dio forma a este sueño. En aquellas épocas, se hacían 1200 canicas por día. En 1956 Vrech se fue y entró Ricardo Reinero a la sociedad.
Hoy sus herederos continúan fabricando canicas en San Jorge, un pueblo remoto de la provincia de Santa Fe. En ese pequeño pueblo, cada dos semanas se prende el horno a 1200 grados celsius. Lleva 12 horas que alcance esa temperatura. Durante toda una semana, el vidrio se derretirá y devendrá canicas
Algunos consideran que este es el peor negocio del mundo: producir un juego para pobres. Pero es mucho más que eso.
Aquí les dejamos este video sobre una historia de vida, sobre la posibilidad de vivir sin la esclavitud de la tecnología. Un video para recordar que hay todavía un mundo más allá de las pantallas táctiles y los teléfonos inteligentes.
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