El rey de la nada

12.11.2015

Bob Rafelson se erigió en un verdadero ícono del llamado Nuevo Hollywood desde su propia génesis. El realizador neoyorquino, que edificó una sólida filmografía respetando las señales de fábrica, encontró su nido durante la década del setenta, período de gran fulgor para el movimiento. Y aunque con los años su luz se fue opacando, quedaron para el recuerdo sus escenificaciones sombrías, pobladas por personajes con un profundo conflicto interior y al borde de la autodestrucción. Entre esas obras, se distingue The King of Marvin Gardens. Conformada por un casting estelar (el desbordante tridente Nicholson/ Dern/ Burstyn), en esta historia Rafelson confirma que no le gustan los exitosos. Al menos no aquellos, que como contrapeso de los “loosers”, conforman la dictadura filosófica de la vida a la que fuimos sometidos por los grandes estudios desde la guerra fría en adelante. Paradigma perverso, en el que solo ciertos personajes del Hollywood tradicional se arrogan el derecho de determinar quienes juegan de un bando y quienes del otro, todos mezclados en un devenir bipolar.

En la película, David (Jack Nicholson), es un conductor radial que cuenta historias. Monólogos más bien deprimentes e intimistas. En uno de ellos, David nos revela una pista esencial para todo lo que viene: En su niñez, él y su hermano mayor Jason (Bruce Dern), firman un pacto a partir de un secreto compartido que los comprometerá uno con el otro de por vida. Tan es así, que cuando Jason aparece en el teléfono pidiendo la ayuda de su hermano, David no duda en tomar el primer tren para ir en su auxilio.

Afiche del film. Foto: Google Images

p>La bienvenida que recibe en la estación no es el mejor presagio. Jason no está y en su lugar lo espera Sally (Ellen Burstyn), su compañera , quien disfrazada de una Miss Hawai entrada en años y acompañada por una pequeña banda de música de veteranos desafinados, le adelanta el panorama: Jason está preso y lo necesita para salir de la cárcel, entre otras tareas.

Una vez liberado de la cárcel, Jason le cuenta al hermano su mega proyecto de construir un gran casino, para el que necesita conseguir un sponsor. De allí en adelante la narración nos lleva a conocer una serie de personajes de ocasión, que van de rufianes de bajo fondo a japoneses desorientados, que llevan siempre al mismo desolador final. Ningún proyecto de Jason llegará jamás a buen puerto.

Sin embargo y aunque David conoce al dedillo los delirios mitómanos del hermano, queda enredado en la madeja de su seducción.

Es todo muy decadente, casi patético y Rafelson se esmera en mostrarlo. Jason deambula por hoteles y restaurants lujosos, – en los que va dejando importantes deudas – junto a su pareja, Sally y la hijastra de ésta, Jessica. Una vida de reyes y princesas sin corona ni gloria.

Cuando a los fracasos comerciales se le suma una varias veces insinuada relación amorosa entre Jason y la hijastra de Sally, se adivina el peor desenlace.

Las imágenes en súper 8 que cierran el film, con los dos hermanos muy pequeños jugando en la playa, nos interroga sobre la validez de ciertos pactos.

Una escena de la película «El rey de los jardines de Marvin». Foto: Google Images

p>Los personajes de em>The King of Marvin Gardens/em> tienen sueños de grandeza. Jason, transformarse en un gran emprendedor. Sally, en una artista de belleza eterna. David, en un prestigioso escritor. La realidad los pone en su lugar, aunque ellos no lo noten. Buscan el sentido de sus existencias en los lugares equivocados, pero con la suficiente pasión e irracionalidad como para llevarlos a la auto-flagelación.  

The King of Marvin Gardens es una película que transpira una permanente sensación de fracaso. Sensación con la que es imposible, al menos por momentos, no sentirse identificado. ¿Quién no ha tenido algún proyecto descabellado en la vida, un sueño irrealizable? ¿Quién no ha sido arrastrado a la depresión por alguna decepción? Tal vez donde radique la diferencia entre estos, los personajes del film y quienes somos testigos de la historia, sea el denodado entusiasmo con el que llevan adelante su alocado plan, aunque las luces de alarma le indiquen lo contrario. Y lo hacen hasta las últimas consecuencias.

 

 

 

Podés ver la peli acá o bajarla de este link

 

FICHA TÉCNICA

Título en español: El rey de los jardines de Marvin

Año: 1972

Reparto: Jack Nicholson como David Staebler

Bruce Dern como Jason Staebler

Ellen Burstyn como Sally

Julia Anne Robinson como Jessica

Scatman Crothers como Lewis

Charles Lavine como el padre

 

Otras películas del director:

Five Easy Pieces, 1970 (Mi vida es mi vida)

The Postman Allways Rings Twice, 1971 (El cartero llama dos veces)

 

Mirá otras recomendaciones de Vivori en su columna Lo que nunca viste del mejor cine americano

 

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