05.05.2019
PorTras el encubrimiento de los atentados explosivos contra la Embajada de Israel (1992), la AMIA (1995) y Río Tercero (1995), se oculta el tráfico ilegal de armas de Argentina a los Balcanes y la participación de figuras ominosas vinculadas al terrorismo internacional. La más paradigmática de ellas: el sirio Monzer Al Kassar, mencionado en el fallo por el encubrimiento de AMIA dictado por el T.O.F. 2.
Hoy publicamos en exclusiva una serie de denuncias archivadas en la Corte menemista, que ubicaban al fiscal federal Germán Moldes asistiendo personalmente al traficante sirio.
Ilustración de Juan Francisco Miranda para Puchero News
Cuenta una leyenda que, tras el atentado a la AMIA, un vástago de Franz Kafka anduvo por Buenos Aires con el cometido de operar en la realidad y superar al autor de la novela “El Proceso”. Agregan que propuso “Pongan como investigadores a amigos de Al Kassar”. No se sabe si es verdad que Kafka anduvo por aquí. Pero estas denuncias archivadas en la Corte menemista, que hoy publicamos en exclusiva, ubicaban al fiscal federal Germán Moldes asistiendo personalmente al traficante sirio.
El denunciante 1
Una de las denuncias fue formulada por el abogado Jorge Luis Pagani ante la Corte Suprema de Justicia de La Nación, según consta en el expediente sobre el atentado a la Embajada de Israel.
Jorge Luis Pagani refirió entonces en la denuncia:
…de la declaración del ex director de Migraciones Lic.Gustavo Drueta, el ex ministro del Interior José Luis Manzano y el ex Secretario de Población y actual fiscal de cámara Dr. Germán Moldes habrían permitido la salida del país del Sr. Monzer Al Kassar diez días después del atentado a la embajada de Israel y habrían sacado en forma personal y subrepticia al hermano de Monzer Al Kassar por el aeropuerto de Ezeiza, lo que se hizo en desconocimiento del Director Nacional de Migraciones quien ese mismo día presentó su denuncia al presidente Menem siendo que tales hechos podrían haberse realizado a fin de eludir la investigación que del atentado en ese momento llevaba adelante la Excma. Corte Suprema de Justicia de la Nación….
En su testimonio de días después del atentado a la AMIA, fechado el 3 de agosto de 1994 ante la Corte, Pagani dijo que ya había hecho un planteo antes de ese ataque, consignando:
además el día 7 de julio de este año y al enterarse que el fiscal Moldes subrogaría en la feria de invierno al fiscal de Cámara Federal Dr. Gustavo Hornos, se presentó ante este último funcionario y acompañando copia de la declaración del Dr. Drueta en la causa de Monzer Al Kasar, hizo conocer su preocupación por el hecho de que el Dr. Germán Moldes involucrado en (…) y de las salidas de estas personas que podrían estar vinculadas a la investigación del atentado a la embajada de Israel, pasara a desempeñarse como fiscal de Cámara en la fiscalía que inició la causa de Monzer Al Kasar…
Pagani agregó ante la Corte menemista:
… al concluir la feria judicial de invierno se enteró con estupor que el Dr. Moldes habría subrogado al Dr. Hornos en la fiscalía de Cámara Federal y que además habría sido designado fiscal especial en esta nueva investigación sobre el atentado a la AMIA.
El denunciante 2
En el expediente sobre el atentado a la Embajada, instruído y cajoneado por la Corte Suprema, existe copia de otra denuncia contra Moldes por el mismo tema: su presunto favorecimiento al traficante sirio Monzer Al Kassar, sospechoso de haber participado de la trama terrorista. Pero nada pasaría. La denuncia, como puede verse en la anotación manuscrita incluída en la copia, recayó en el juzgado de Claudio Bonadío -ex secretario de Carlos Corach y ahora juez cercano al propio Moldes.
Corach fue imputado por su vinculación con las maniobras de desvío de la causa AMIA mediante el pago de una coima de casi U$500.000 a Telleldín para comprarle una declaración. Y el mismo Bonadío, previo a su pase a la justicia federal, formó parte del gobierno de Menem en el área de legal y técnica que preparaba las normas impulsadas por el Poder Ejecutivo. Entre ellas, los decretos como los que Menem usó para falsear el destino de las armas que fueron de contrabando hacia los Balcanes con participación del argentinizado Monzer Al Kassar y de miembros de la familia presidencial.
La denuncia presentada entonces por Destefanis causa escalofríos:
un funcionario que se encuentra imputado e involucrado en graves delitos en una causa penal iniciada por la Fiscalía de Cámara Federal sea designado Fiscal de Cámara en la misma Fiscalía que lo está investigando, con el agravante de que en este caso Germán Moldes ha sido nombrado Fiscal de Cámara especial para investigar el atentado a la AMIA a pesar de que (…) realizó actos tendientes a evitar el debido esclarecimiento del anterior hecho terrorista.
Al Kassar, quien había mantenido una relación sentimental con la cuñada de Menem, Amira Yoma, era apoderado y socio del gobierno para la venta de armas. Una parte del armamento, que de contrabando desembarcaba en Croacia, seguía viaje hasta Bosnia con financiación de Irán que acudió en apoyo de los musulmanes bosnios en la guerra de desintegración de Yugoeslavia.
Sirios e iraníes participaban del negocio y del control de armas y explosivos originados principalmente en Fabricaciones Militares, que se almacenaban en el puerto de Buenos Aires a 15 minutos de la sede de la AMIA. Hasta que las relaciones con Menem comenzaron a crujir ostensiblemente, tal como describo en mis libros «Brindando sobre los Escombros» y «La Explosión».
El propio Al Kassar -hoy preso y con condena a 30 años de prisión en los Estados Unidos- llegó a reconocer haber operado como vendedor de armas para el gobierno de Menem sin demasiado detalle. Así consta en el reportaje publicado en «Clarín» el 31 de mayo de 1998.
El hombre justo en el lugar justo.“Cortinas de Humo” de Joe Goldman y Jorge Lanata
El primer libro sobre el atentado a la AMIA fue realizado por los periodistas Joe Goldman y Jorge Lanata con colaboradores, y puso en evidencia el escandaloso desvío de la investigación. En el centro de la trama, el libro ubicaba al propio fiscal Moldes, puesto como «fiscal especial para AMIA» por el titular de la SIDE Hugo Anzorreguy -recientemente condenado a prisión en el juicio oral por encubrimiento del atentado. Sobre esta cuestión, refieren los autores en «Cortinas de Humo»:
La propia Dirección de Migraciones confirmó recientemente, ante el pedido de un particular, la inexistencia de base de datos alguna desde 1989, fecha en que el sistema integrado se desmontó.
El sugestivo elemento de juicio referido a ese tema que el entonces ministro Manzano y el secretario de Población Germán Moldes obviaron no era, sin embargo, un dato menor: Monzer Al Kassar se encontraba en Buenos Aires. Tiempo después, serán precisamente Manzano y Moldes -quien luego se convertiría en fiscal especial para «investigar» el atentado contra la AMIA, por sugerencia de Hugo Anzorreguy- los encargados de que Al Kassar, ciudadano argentino, saliera subrepticiamente del país, como denunció ante la justicia el ex Director de Migraciones Gustavo Druetta.
Joe quisiera reeditar el libro, Lanata se niega. En su páginas, continúan:
A las 11:19 llega a Pasteur el juez que intervendrá en la causa, Juan José Galeano. Su aparición no será advertida por los periodistas, que entrevistan al Secretario Legal de la Presidencia Carlos Corach, y a Simón Lázara.
-¡Que vengan acá! -grita un anciano a la televisión-. ¡Que el gobierno venga acá a sacar carne judía!
Galeano (que se reconocerá meses más tarde como «gran amigo» del titular de la SIDE) llega al lugar con otro amigo de su amigo (que se convertirá, con el correr de la investigación, en una presencia molesta para Galeano): el fiscal Germán Moldes, afectado también a la causa.
La relación entre Moldes y Anzorreguy es antigua, y forma parte de los mitos de pasillo en los Tribunales. Durante la dictadura, cuenta la leyenda, el entonces militante montonero Moldes fue salvado por el abogado Anzorreguy. Luego del descuido sobre Al Kassar, Moldes fue nombrado Fiscal de Cámara en la oficina que inició la investigación sobre Al Kassar y que también «investigó» las denuncias sobre corrupción en Petroquímica Bahía Blanca, la empresa que tuvo a Jorge Anzorreguy en el directorio y sobre la cual se investigó a Manzano por «enriquecimiento ilícito». El hombre justo en el sitio justo.
Cuando, una hora y media después de la bomba, Moldes recorrió la calle Pasteur acompañado del ex presidente de DAIA David Goldberg (a quien distintas fuentes señalan como socio de Carlos Corach en diversos emprendimientos), pudieron encontrar entre las toneladas de restos esparcidas por la calle pedazos de un supuesto coche-bomba. «Encontré un resorte y restos de una camioneta que, por la manera como estaban retorcidos, hacían obvio que el explosivo estuvo alojado allí», recordaría Moldes meses después ante el equipo de investigación de este libro, después de pedir y corroborar que los grabadores no estuvieran funcionando.
-¿Usted hizo algún curso en explosivos?
-No.
-¿Y qué conoce de mecánica?
-Nada, sólo sé manejar -dijo Moldes-. Pero Goldberg coincidió conmigo. Las otras partes del coche-bomba llegaron dos o tres días después al juzgado: eran pedazos de chapa blanca, y llegaron adentro de una bolsa de papel madera.
(…)
¿Cómo llega, sube al cordón de la vereda e impacta sobre el edificio de la AMIA la Traffic que sólo ve un testigo sobre más de diez que se encontraban en los alrededores en el momento de la explosión y pudieron sobrevivir? La Traffic que nunca ven los testigos presenciales es, sin embargo, intuida por los funcionarios: Germán Moldes, el fiscal de la causa, la intuye pocas horas después.
Como puede suponerse, las denuncias ante Bonadío y la Corte menemista no prosperaron.
< p style="text-align: center;">La última hoja de la denuncia por Destefanis
Y ahora qué pasa?
El T.O.F. 2 hace pocas semanas atrás y el T.O.F. 3 en el año 2004 corroboraron la participación criminal del ex juez Galeano, de Anzorreguy y de otros funcionarios de los ´90 en graves maniobras de desvío de la investigación. Sin embargo, hoy Bonadío y Moldes son actores judiciales centrales en la causa «por encubimiento del atentado a la AMIA» (por el fallido memorandum con Irán), dirigida contra Cristina Fernández de Kirchner.
Impulsada por Moldes, el amigo del condenado Anzorreguy que no se enteró del prontuario de Al Kassar.
Y por Bonadío, el ex asistente del imputado Corach separado en el año 2005 de la investigación del atentado «por su doble rol de magistrado y sospechoso», según resolvió entonces la Cámara Federal. «Bonadío fue asesor de Corach del 19/9/90 al 8/9/92 y su subsecretario de Asuntos Legales, del 8/9/92 a 30/6/94, pero, al ser requerido, sólo hizo una indicación genérica de sus antecedentes laborales en el Gobierno», señaló entonces el diario «La Nación».
Ni Kafka lo hubiera tramado mejor.
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